Este comentario destaca la fascinante transformación de Paul Bowles, quien, atraído por la magia de Marruecos, decidió hacer de Tánger su hogar. Su estancia inicial, breve pero significativa, marcó el inicio de una conexión profunda con la cultura y el ambiente de la ciudad. La elección de Bowles de abandonar Nueva York por Tánger no solo refleja su búsqueda personal y artística, sino también el impacto que este lugar tuvo en su obra literaria y musical. Su legado en la ciudad y su influencia en la literatura del siglo XX son testimonio de cómo un simple viaje puede cambiar el rumbo de una vida.