Junio de 1925 marcó un punto de inflexión en la Guerra del Rif. Cuatro años después de la victoria en Anoual contra el ejército español, Abdelkrim El Khattabi lanzaba la segunda fase de su ofensiva. Sus tropas comenzaron a avanzar hacia las posiciones controladas por el protectorado francés. De las aspiraciones rifeñas de extender su rebelión a todo Marruecos y del temor francés a un efecto dominó que amenazara su presencia no solo en Marruecos, sino también en Argelia, surgió la batalla de Ouargha. Un enfrentamiento poco conocido en la historia de la Guerra del Rif, pero que tuvo múltiples consecuencias decisivas tanto en el campo de batalla como en el liderazgo francés en el país.
Ouargha puso fin a la carrera marroquí de Lyautey
La victoria de Anoual en 1921 fue un punto de inflexión en la Guerra del Rif. Mediáticamente, puso en el mapa a la entonces pequeña y local rebelión rifeña. El vocabulario también cambió: el «asunto» del Rif, como lo describían Lyautey y sus seguidores, fue reemplazado por el término «guerra» por cronistas extranjeros, especialmente estadounidenses e ingleses. Con esta ventaja, el proyecto de El Khattabi se transformó; ya no se limitaba a liberar solo la región del Rif, sino todo Marruecos. Sin embargo, este objetivo se topaba con la presencia francesa. Su realización pasaba por una derrota simbólica de las tropas del mariscal Lyautey.
El 13 de abril de 1925, los aproximadamente 3,000 hombres de El Khattabi, considerados por los franceses como una pequeña «Harka», atacaron las vías de comunicación entre las posiciones francesas en Marruecos y Argelia. Días después, los combatientes repitieron la acción al asaltar la guarnición tricolor en Beni Dercoul. El 8 de junio, el fuerte Bibane cayó en manos rifeñas. La serie de éxitos culminó en julio con la batalla de Ouargha, nombrada así por un río que atraviesa el Rif hasta desembocar en el Sebou.
Durante los tres meses de enfrentamientos, Francia perdió 5,000 soldados de los 20,000 desplegados en el frente. Una derrota contundente que precipitó el fin de la carrera marroquí de Lyautey, siendo reemplazado por el mariscal Pétain al frente de la Residencia General.
Portada de la revista Time del 17 de agosto de 1925Portada de la revista Time del 17 de agosto de 1925
La última victoria de El Khattabi
Ouargha fue la última victoria de la rebelión liderada por Abdelkrim El Khattabi. Esta batalla le otorgó una reputación internacional, inspirando a numerosos movimientos de liberación en África y Asia, al punto de que la revista estadounidense Time le dedicó la portada de su edición del 17 de agosto de 1925. Fue el primer marroquí en recibir tal honor.
Esa portada aceleró la formación de una alianza colonial, sellada en septiembre de 1925 entre Francia y España contra la pequeña «Harka» de El Khattabi. Desde entonces, la suerte abandonó definitivamente a los rifeños, y los reveses se sucedieron. Los 9,000 combatientes rifeños se enfrentaron a dos enemigos feroces que no escatimaron en recursos para acabar con la rebelión, incluso utilizando armas químicas. Abdelkrim El Khattabi capituló. En febrero de 1926, Philippe Pétain fue condecorado por el rey de España Alfonso XIII por su papel en la Guerra del Rif, un reconocimiento que lo acercaría a las ideas extremistas de los militares españoles, abriendo posteriormente la puerta a las ideologías nazis alemanas.