Gibraltar ha estado bajo jurisdicción británica desde el Tratado de Utrecht de 1713. A pesar de los continuos reclamos de España, Londres se ha negado rotundamente a devolver el territorio. Sin embargo, el año 1940 marca una excepción a esta postura británica. Un documento histórico, fechado el 7 de junio de 1940, revela la disposición del Reino Unido a ceder el Peñón al régimen del dictador Franco a cambio de Rabat y Casablanca, ambas bajo protectorado francés. Pero, ¿de qué Francia estamos hablando? La Francia independiente no tenía ningún poder en junio de 1940, mientras que la de Pétain estaba bajo ocupación alemana.
Una base naval británica en Marruecos
En una carta, el general de brigada Francisco Martín Moreno informa a su superior, el ministro del ejército José Enrique Varela, sobre las palabras del gobernador británico de Gibraltar, el general Liddell. Este último mostró su disposición a «proponer a su gobierno devolver Gibraltar, incluida su artillería, a cambio de un pequeño territorio en Marruecos, que incluya Casablanca y Rabat, para establecer en la costa atlántica una base naval desde la cual Inglaterra pueda controlar, en caso necesario, los barcos que entran en el Estrecho hacia el Mediterráneo y los que salen hacia el Atlántico», según se lee en la carta del general de brigada Francisco Martín Moreno.
Estamos al inicio de la Segunda Guerra Mundial, con las tropas alemanas invadiendo gran parte de Europa del Este y a las puertas de París. Una semana después, entraban en la capital francesa. En este contexto bélico, y sintiendo que la situación favorecía a Alemania, Londres tomó la iniciativa de presentar un trato a la España de Franco, con el objetivo de disuadirlo de unirse a la guerra al lado de su aliado Hitler.
Franco, demasiado confiado
Durante la Guerra Civil Española (1936-1939), el papel de la aviación alemana fue crucial para la victoria de las tropas de Franco. Este se sintió envalentonado por el avance alemán en Francia. Precisamente, el día en que París cayó en manos de la Alemania de su aliado Hitler (14 de junio de 1940), los militares españoles celebraron esta victoria a su manera entrando en Tánger, violando así el estatuto internacional de la ciudad.
Sin embargo, los acontecimientos posteriores no serían favorables para los españoles y sus aliados alemanes, quienes capitularían el 8 de mayo de 1945. El dictador Francisco Franco, tras años de errancia política, logró acercarse a los estadounidenses gracias a su lucha sin tregua contra los comunistas, un compromiso que le permitió encontrar un lugar en el orden mundial de la época. En cuanto al Peñón de Gibraltar, sigue bajo soberanía británica, al igual que Ceuta y Melilla continúan bajo control español.