En mayo de 2018, la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Ibn Zohr en Agadir se convirtió en el escenario de violentos enfrentamientos cuando estudiantes saharauis y miembros del Movimiento Cultural Amazigh se enfrentaron con armas blancas. Este choque resultó en la trágica muerte de Abderrahim Badri, estudiante de tercer año de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales. A pesar de ser trasladado de urgencia al hospital Hassan II de Agadir, Badri, nacido el 15 de febrero de 1993 en la comuna de Asrir (provincia de Guelmime) y miembro de la tribu Azouafit, no logró sobrevivir.
Este no es un caso aislado de violencia en los campus universitarios marroquíes. Los enfrentamientos entre grupos estudiantiles, incluso con el uso de cuchillos, se han vuelto cada vez más frecuentes, dejando una marca en la opinión pública del país.
¿La desaparición de la UNEM, preludio de una violencia sin precedentes en las universidades?
Un estudio realizado en 2014 sobre la violencia estudiantil señaló que las universidades que existieron durante la época de la Unión Nacional de Estudiantes de Marruecos (UNEM) experimentaron más actos de violencia que las instituciones más recientes. Analistas y expertos destacaron que «la violencia emergió tras el desmantelamiento de la UNEM». El Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH) también investigó el fenómeno, presentando sus hallazgos el 25 de junio de 2014 en Rabat, durante la 7ª sesión ordinaria del consejo. Según el CNDH, tanto el Estado como los militantes de Annahj Addimocrati fueron considerados «los principales responsables de la violencia en los campus universitarios».
Fundada en 1956, la UNEM se alineó en agosto de 1963 con la oposición, que incluía a la Unión Nacional de Fuerzas Populares (UNFP) y el Partido del Istiqlal. Los años siguientes estuvieron marcados por un discurso incendiario contra el régimen del fallecido Hassan II, culminando en los trágicos eventos del 23 de marzo de 1965.
La facultad de letras Dhar Mahraz de Fez. / Ph. DRLa facultad de letras Dhar Mahraz de Fez. / Ph. DR
Durante 1981, el sindicato estudiantil histórico entró en una fase de declive al fracasar en la organización de su 17º congreso, un evento tumultuoso que no logró ninguna resolución. En ese contexto, los grupos islamistas comenzaban a ganar terreno en las universidades marroquíes, mientras que las diferentes facciones de la izquierda, incluyendo al USFP, los estudiantes del PPS y otras corrientes radicales, componían el panorama estudiantil.
La inactividad de la UNEM y el fracaso de su congreso dejaron a las distintas facciones estudiantiles en un estado de confusión. Sin un marco que facilitara la unión de fuerzas para defender los intereses de los estudiantes o resolver sus diferencias de manera democrática, los grupos estudiantiles se multiplicaron, transformando el debate de ideas en una guerra con armas blancas.