Argelia ha reactivado su política de expulsión de migrantes. «El pasado sábado, un total de 1,141 migrantes en situación irregular, procedentes de África subsahariana y Asia, llegaron a Assamaka, en el extremo norte de Níger, tras ser deportados por las autoridades argelinas», informó a EFE un miembro de una ONG local.
«Este grupo inicial de migrantes incluye 41 mujeres y doce niños, según el registro realizado por la policía de Assamaka en colaboración con las organizaciones humanitarias presentes», detalló la fuente.
Los expulsados pertenecen a 17 nacionalidades distintas, entre las que destacan 20 nigerinos, 70 benineses, 54 burkineses, 24 cameruneses, además de marfileños, gambianos, guineanos, nigerianos, somalíes, sudaneses y bangladesíes. El balance provisional indica que aproximadamente 4,000 personas han sido expulsadas desde principios de abril.
En Argelia, esta nueva ola de deportaciones ha ido acompañada de una campaña en redes sociales con mensajes racistas como «Argelia para los argelinos» o «el pueblo pide la expulsión de migrantes subsaharianos», reporta un medio local.
Por motivos políticos, los refugiados malienses, especialmente los tuaregs, establecidos en Argelia, están exentos de estas medidas. Argel apoya a la oposición armada de los Azawads contra el gobierno de transición en Malí.
En 2024, Argelia ha deportado a más de 30,000 migrantes en situación irregular hacia Níger, en comparación con los 26,000 expulsados en 2023.