Las últimas diez noches del Ramadán comienzan la noche del 21 y concluyen con el fin del mes sagrado, ya sea que este dure 30 días completos o 29 días. Esta última decena del Ramadán se distingue por varias características únicas, entre ellas la presencia de la Noche del Destino, sobre la cual Dios Todopoderoso ha revelado: «Es mejor que mil meses».
El esfuerzo del Profeta, que la paz y las bendiciones de Alá sean con él, durante estos últimos diez días se debe a la presencia de Laylat al-Qadr. En «Sahih al-Bukhari», se relata que el Profeta invitó a los fieles a «buscar» Laylat al-Qadr «en los últimos diez días del Ramadán».
Según «Sahih Muslim» y «Sahih al-Bukhari», se informa que «cuando comenzaban los últimos diez días del Ramadán, el Profeta oraba durante la noche y despertaba a su familia», lo cual indica que permanecía despierto hasta tarde para rezar y recitar el Corán.
Laylat al-Qadr equivale al ayuno y la oración de todo el mes de Ramadán. «Quien ore durante el Ramadán con fe y esperanza de recompensa verá sus pecados pasados perdonados», afirmó el Mensajero del Islam, tal como se recoge en «Sahih al-Bukhari». El Profeta añadió: «Quien ayune el Ramadán con fe y en espera de recompensa, sus pecados pasados le serán perdonados, y quien ore en la Noche del Destino con fe y en espera de recompensa, sus pecados pasados le serán perdonados».
Una noche que equivale a «mil meses»
«El Mensajero, que la paz y las bendiciones de Alá sean con él, celebró los primeros diez días del Ramadán, luego la segunda decena y finalmente la tercera, e instó a sus compañeros a hacer lo mismo», explica Mohammed Al-Hayyan, miembro del consejo local de ulemas de Nouaceur, en una declaración a Yabiladi. «A través de sus visiones y las de sus compañeros, se hizo evidente que la Noche del Destino se encuentra en los últimos diez días. Por eso les dijo: 'Veo que sus visiones coincidieron durante los últimos diez días, así que la encontraron en los últimos diez días'», continúa el experto.
Según él, «era la Sunnah del Profeta celebrar la Noche del Destino durante los últimos diez días». «El Profeta involucraba a sus esposas en esta celebración, mediante rak'ahs, la recitación del Corán y el recuerdo de Dios Todopoderoso».
La Noche del Destino es también la noche bendita durante la cual Dios reveló el Corán a su Profeta. Se la considera como «la noche del Gran Premio», porque su celebración mediante la oración y las súplicas equivale a mil años o incluso «mil meses» según el Corán. El compañero Al-Nu'man ibn Bashir relató que veló junto al Mensajero de Dios en el mes de Ramadán, orando la noche del 23 hasta un primer tercio de la noche, la del 25 hasta la mitad de la noche y la del 29 hasta que pensaron que no alcanzarían el amanecer.
Los compañeros y los predecesores aprovecharon al máximo los últimos diez días, al punto de romper su ayuno con bocados y retrasar la comida completa hasta antes del amanecer (suhur) para no perder tiempo comiendo. «En la noche del veintisiete, quien pueda retrasar su ruptura del ayuno, que lo haga y que rompa su ayuno con leche mezclada con agua», declaró el compañero Abu Maryam Zar bin Habish Al-Asadi.