Inaugurado en 2004, el parque nacional de Al Hoceima se destaca como uno de los más recientes de la región, ofreciendo paisajes de una belleza sobrecogedora. Con sus majestuosos acantilados y el mar de un azul turquesa, este lugar es perfecto para disfrutar de un paseo y capturar impresionantes fotografías.
«El parque nacional de Al Hoceima abarca una zona terrestre ubicada en el macizo de Bokoia, en el corazón del Rif central. Aquí, los acantilados se desploman abruptamente hacia el mar Mediterráneo», explica a Yabiladi Sidi Imad Cherkaoui, ornitólogo y profesor de la Universidad Moulay Ismail.
El parque también se destina a la arboricultura, destacándose el cultivo de almendros y la preservación de macizos forestales que son vestigios del casi desaparecido bosque del Rif, como los macizos de tuia y otras especies forestales.
El parque nacional de Al Hoceima. / Ph. DR
Águilas pescadoras y delfines
Con una extensión de 48,000 hectáreas, el parque nacional de Al Hoceima se despliega hasta donde alcanza la vista. Una de sus características distintivas es su área marina protegida, que abarca «un tercio de su superficie», según detalla el científico. Este espacio fue creado para salvaguardar una especie en particular, el águila pescadora, un ave que se reproduce en el Mediterráneo, especialmente en el macizo de Bokoia. Sidi Imad Cherkaoui señala que esta especie «ha prácticamente desaparecido en varias regiones mediterráneas», justificando así la creación del parque para prevenir su extinción.
El águila pescadora «anida en los acantilados y pesca en el mar abajo». Su declive se asocia a la actividad humana, como explica el profesor de la Universidad Moulay Ismail: «Se debe principalmente a la presencia de dinamiteros, personas que pescan con explosivos. Escalan los acantilados, observan el mar y, al detectar un banco de peces, lanzan dinamita». Otras técnicas de pesca insostenibles también afectan la presencia de esta ave.
El águila pescadora. / Ph. Sidi Imad Cherkaoui
La sociedad civil ha tomado acción para proteger este litoral, la zona marina y la especie en cuestión. A través de la capacitación de pescadores y el trabajo diario con ellos para modificar prácticas y métodos, se han logrado mejoras significativas.
«La Asociación de Gestión Integrada de Recursos (AGIR) ha colaborado con el equipo del parque para capacitar y formar cooperativas, encontrar alternativas y erradicar prácticas no sostenibles como la pesca con dinamita, además de sensibilizar sobre el respeto al tamaño de las redes. Esto ha tenido un impacto directo en el águila pescadora, cuyo número se ha duplicado en las últimas décadas».
El parque nacional de Al Hoceima es un refugio para una «presencia casi permanente de cetáceos, especialmente delfines», que pueden verse saltando fuera del agua desde los acantilados. Además, este lugar es el último «refugio en el Mediterráneo de la foca monje», una especie que ha «sido prácticamente diezmada en los últimos 30 años. Los últimos contingentes se encuentran en Grecia y Turquía», concluye el ornitólogo.