Con 4,024 muertes relacionadas con accidentes de tráfico en 2024, lo que representa un aumento del 5,37% en comparación con el año anterior, las autoridades marroquíes han encendido las alarmas. Para enfrentar esta preocupante situación, el director general de la NARSA, Nasser Boulaajoul, presentó el lunes en Rabat un programa de acción de emergencia para el verano de 2025.
En los primeros cinco meses de 2025, la tendencia se ha acelerado: se registran 1,624 fallecidos, un incremento del 20,9%, y más de 4,000 heridos graves. Los peatones constituyen el 26,54% de las víctimas, mientras que los motociclistas representan el 43,19%.
Como respuesta, el plan contempla un refuerzo significativo de los controles mediante radares fijos, portátiles y autónomos, inspecciones sistemáticas de los transportes públicos e intervenciones focalizadas en los tramos más peligrosos.
Se llevarán a cabo campañas de concienciación en puertos, estaciones y espacios públicos. Caravanas itinerantes, denominadas Pueblos de la seguridad vial, se reunirán con los ciudadanos en ocho grandes ciudades, ofreciendo talleres pedagógicos y demostraciones en vivo.
En el ámbito regulatorio, el programa incluye medidas estrictas: suspensión de la transferencia de propiedad en caso de multas impagadas, control técnico obligatorio para motocicletas de más de 50 cc, despliegue de cámaras inteligentes en zonas urbanas y aplicación rigurosa de las circulares de la fiscalía.
«Apuntamos a una reducción tangible de las víctimas y al arraigo de un comportamiento responsable en todos los usuarios», declaró Boulaajoul. Un comité de vigilancia garantizará el seguimiento del dispositivo y la actualización de los datos para adaptar las acciones de manera continua.