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Arqueología: Un genoma establece vínculos insospechados entre Marruecos y el antiguo Egipto

La secuenciación de un genoma extraído de los restos de un cuerpo datado de la antigua Egipto ha revelado que el individuo tenía una ascendencia neolítica del norte de África, caracterizada por investigadores en Marruecos, en un 77,6%. En un estudio publicado recientemente, los investigadores destacan que este descubrimiento inédito lleva a reescribir una parte de la historia demográfica del valle del Nilo.

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Las tumbas excavadas en la roca en Nuwayrat, en Egipto, fotografiadas durante sus excavaciones en 1902, son visibles en esta foto publicada el 2 de julio de 2025. Morez Jacobs, A. (2025) / Nature
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Hasta ahora, los modelos genéticos utilizados para trazar el origen de las poblaciones del antiguo Egipto han señalado conexiones principalmente con el Mediterráneo oriental o el Levante. Sin embargo, un reciente estudio podría desafiar las certezas de arqueólogos e historiadores. Un equipo internacional de investigadores de Italia, Japón, Reino Unido, Suecia y Francia ha identificado una fuerte ascendencia vinculada a la población neolítica del Mediterráneo occidental, específicamente del norte de África, con un 77,6% de raíces en la región que hoy es Marruecos.

Publicado el 2 de julio de 2025 en la revista científica Nature, este descubrimiento se basa en el análisis de un genoma excepcionalmente bien conservado, extraído de un cuerpo hallado en la necrópolis de Nuwayrat, en el Medio Egipto, cerca de Beni Hasan, a 265 km al sur de El Cairo. La secuenciación genética revela que el otro 20% de los vínculos genéticos se remontan al Creciente Fértil oriental, incluidas las antiguas sociedades agrícolas de Mesopotamia.

Esta afinidad genética es similar a la ascendencia observada en Anatolia y el Levante durante el Neolítico y la Edad del Bronce, según destacan los investigadores. Además, las condiciones de enterramiento y conservación sugieren que el individuo pertenecía a la alta sociedad de la época.

Aunque aún quedan por analizar más genomas para comprender mejor la diversidad de las primeras poblaciones egipcias, los resultados también indican que los contactos con el Creciente Fértil oriental no se limitaban a objetos y iconografía, como animales y plantas domesticadas, o sistemas de escritura, sino que también incluían migraciones humanas.

«Una posible explicación del éxito en la recuperación del genoma completo es el enterramiento en vasijas, lo que podría haber favorecido un grado de preservación del ADN nunca antes observado en Egipto. Esto contribuye a la hoja de ruta de futuras investigaciones destinadas a obtener ADN antiguo» en la región, señala el estudio.

El norte de África habría tenido vínculos importantes con el antiguo Egipto

Esta investigación subraya que la sociedad egipcia antigua prosperó durante milenios, alcanzando su apogeo durante el período dinástico (aproximadamente 3150-30 a.C.). Estas fechas coinciden con la existencia de una sociedad agrícola recién descubierta en Marruecos, datada entre 3400 y 2900 a.C. Este es el primer complejo agrícola de África fuera del corredor del Nilo, lo que sugiere un papel importante del norte de África en la historia regional durante el Neolítico.

Debido a la mala conservación del ADN en la región del Nilo, las preguntas sobre la interconectividad regional a lo largo del tiempo no se habían abordado exhaustivamente hasta ahora. Por esta razón, una secuenciación del genoma completo nunca había sido posible antes de este nuevo estudio. Aquí, los investigadores lograron secuenciar un genoma «de cobertura 2× de un hombre egipcio adulto excavado en Nuwayrat».

Datado por radiocarbono entre 2855-2570 cal. a.C., el cuerpo pertenece a un individuo que vivió unos siglos después de la unificación egipcia, conectando los períodos del inicio de la dinastía y del Imperio Antiguo. Su cuerpo fue enterrado «en una vasija de cerámica dentro de una tumba excavada en la roca, lo que potencialmente contribuyó a la preservación del ADN».

El estudio confirma que este ritual funerario estaba reservado para «individuos de una clase social superior en comparación con otros en el sitio, como se observó en otros lugares durante el período dinástico temprano y en los cementerios reales del Imperio Antiguo, cerca de la ciudad de Menfis».

Nuevas pistas por explorar

Los análisis aún se limitan a un solo genoma egipcio, lo que podría no ser representativo de la población general. No obstante, los datos permiten descubrir «vínculos ancestrales con grupos norteafricanos más antiguos y poblaciones del Creciente Fértil oriental».

«Vínculos similares se han indicado en nuestros análisis de afinidad biológica de los rasgos dentales y la craneometría del individuo de Nuwayrat, así como en estudios morfológicos anteriores basados en muestras completas», señalan los investigadores.

En este sentido, destacan que los vínculos genéticos con el Creciente Fértil oriental son otro indicador de la difusión cultural previamente documentada, en cuanto a la organización social centrada en la explotación de plantas y animales, abriendo la posibilidad de asentamientos humanos en Egipto durante uno o varios de estos períodos.

«El genoma de Nuwayrat también nos permitió estudiar las raíces ancestrales de la Edad del Bronce en el Egipto tardío, destacando la interacción entre movimientos de población y continuidad en la región», añade el estudio. En este contexto, la futura secuenciación del genoma completo de un mayor número de individuos podría permitir una comprensión más detallada y matizada tanto de la civilización egipcia antigua como de sus habitantes.

Por el momento, la investigación amplía el campo de posibilidades, abriendo el camino a estudios profundos sobre la estructura de la población del antiguo Egipto, sus vínculos con el resto de África, así como las migraciones intracontinentales.

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