La presidenta del Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Amina Bouayach, instó a promover «una coordinación efectiva y una cooperación sostenida» entre las instancias nacionales de derechos humanos (INDH) y los mecanismos de monitoreo y seguimiento. Durante su intervención en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, el pasado viernes 4 de julio, Bouayach destacó la necesidad de una complementariedad que es «más esencial que nunca para asegurar la solidez, continuidad y legitimidad de los sistemas de protección de los derechos fundamentales».
En su rol como presidenta de la Alianza Global de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos (GANHRI) y del CNDH, Bouayach subrayó la importancia de «una voluntad política firme y un compromiso compartido, orientado a crear puentes renovados entre las dinámicas locales y los mecanismos universales».
Para Bouayach, esta reflexión es «aún más necesaria, ya que nos ayuda a identificar nuestros desafíos comunes, comprender mejor los obstáculos que dificultan nuestros mandatos y movilizar los recursos que permiten a las INDH desempeñar plenamente su papel».
Agregó que garantizar los derechos humanos «no se limita a la transposición de textos». «Es, ante todo, defender la dignidad humana en todas sus dimensiones, prevenir las violaciones y responder, con rigor y humanidad, a las preocupaciones de los ciudadanos, las instituciones y los actores no estatales», enfatizó.
En un contexto caracterizado por «el retroceso del multilateralismo, las restricciones presupuestarias, las tensiones geopolíticas» y el «cuestionamiento de la universalidad misma de los derechos fundamentales», Bouayach afirmó que la cooperación debe «reflejarse en un marco de acción coherente». Se trata de «prevenir las violaciones, fortalecer la protección y promover eficazmente los derechos humanos».
Refiriéndose a un estudio de la GANHRI, Bouayach identificó cuatro categorías de mecanismos nacionales (NMIRFs): ad hoc, ministeriales, interministeriales e institucionales, y abogó por «un diálogo estructurado entre las INDH y los mecanismos nacionales con un mandato claro, para garantizar sinergia, eficacia y gobernanza compartida».
«Cuando las INDH gozan de una independencia real, medida conforme a los Principios de París, están en condiciones de ejercer plenamente su triple misión: prevención, protección y promoción de los derechos humanos», afirmó, subrayando que «los derechos humanos no son una opción», sino «la base indispensable de toda sociedad justa y resiliente».