A seis meses del inicio de la próxima Copa Africana de Naciones (CAN), que se celebrará del 21 de diciembre al 18 de enero, el presidente de la Federación Real Marroquí de Fútbol, Fouzi Lekjaa, ha manifestado su intención de convertir la edición de 2025 en un escaparate de la hospitalidad marroquí y la unidad africana. Según él, este objetivo comienza con la acogida de los aficionados, incluidos aquellos que lleguen desde Argelia, a quienes espera ver en gran número en las gradas.
«El rey ha reiterado que siempre hemos sido un país que acoge a los argelinos», recordó Lekjaa en una entrevista para L'Équipe. Añadió: «Familias argelinas viven aquí y conocen la calidad de esta convivencia», respondiendo así a las expectativas sobre la participación del equipo de Argelia y sus numerosos seguidores.
Consciente de las tensiones políticas entre Rabat y Argel, el dirigente del fútbol marroquí apuesta por el deporte como herramienta para restablecer lazos. «Los aficionados argelinos serán recibidos con la misma hospitalidad cálida», promete. Una declaración contundente en un contexto donde los símbolos tienen gran relevancia.
Más allá de la fraternidad, Lekjaa aspira a una CAN de excelencia, comparable a las grandes competiciones internacionales. «El estándar internacional de esta edición no tendrá nada que envidiar a la Eurocopa o al Mundial», asegura. Con nueve estadios de primer nivel, infraestructuras ya preparadas y una ambición clara: hacer brillar a Marruecos y a África en el escenario mundial.
Aunque algunos consideran este proyecto demasiado ambicioso, Lekjaa lo defiende como una «ambición legítima». «Cuanto más organizado y mercadeado esté, mayores serán los ingresos y, por ende, los márgenes de redistribución y desarrollo», explica el dirigente.
Detrás de su búsqueda de excelencia, Lekjaa insiste en un punto crucial: la organización de la CAN no es solo una cuestión deportiva. El evento debe «refrescar la memoria respecto a la cultura y la civilización milenaria» del reino y demostrar «las grandes potencialidades de África», concluye.