Mohamed O., un albañil de nacionalidad marroquí y padre de familia, fue sentenciado a cadena perpetua el martes 1 de julio por el tribunal penal del Gard. A sus 41 años y bajo una orden de expulsión del territorio francés (OQTF), fue hallado culpable del asesinato de su esposa y su cuñada en mayo de 2023, en medio de una separación conflictiva, según informa la AFP.
Los dos feminicidios se produjeron en Salles-du-Gardon, al sur de Francia. Mohamed O. se dirigió a la vivienda de su esposa Halima, de 26 años, quien se había mudado con su hermana tras dejar el hogar conyugal. Una discusión estalló cuando Fatima, de 39 años, le exigió que devolviera las llaves. Mohamed O. la apuñaló catorce veces, una de ellas cerca del corazón, antes de atacar a su esposa, a quien degolló.
Durante el juicio, el acusado admitió haber matado a Fatima «bajo el efecto de la ira», pero sostuvo que la muerte de su esposa fue «un accidente». Afirmó que ella habría caído sobre la hoja de su cuchillo, una versión que el médico forense, encargado de las autopsias, refutó contundentemente. «La herida de degüello mide nueve centímetros, hay un movimiento que va de un lado al otro del cuello, se requiere ejercer presión», detalló.
«Vino con el cuchillo lleno de sangre, con la mirada oscura», testificó una esteticista presente en el lugar de los hechos. El jurado consideró la premeditación y añadió un período de seguridad de 18 años a la condena, así como la retirada de la patria potestad. El acusado apeló de inmediato.