La Corporación de Pilotos Marítimos del puerto de Algeciras ha decidido convocar una huelga, aprobada en asamblea por 34 de los 47 miembros presentes. Cuatro votaron en contra y nueve se abstuvieron. Aunque aún no se ha fijado una fecha para el paro, la acción tendría lugar en plena Operación Paso del Estrecho, que comenzó en España el pasado 15 de junio. Según informa El Estrecho Digital, la huelga es consecuencia del fracaso en las negociaciones con el departamento de la flota, tras siete meses de conflicto relacionado con el equipamiento y la escasez de personal.
El mismo medio describe la situación como un «período particularmente delicado, marcado por profundos desacuerdos sobre el suministro de recursos materiales y humanos». «El sindicato acusa a la dirección de mantener una actitud intransigente y hostil hacia los trabajadores, obstaculizando así cualquier posibilidad de llegar a un acuerdo», añade el reporte.
Joaquín Millán, representante de los trabajadores citado por el medio local, subrayó que la huelga coincidiendo con el inicio de la OPE podría tener «un impacto directo en el funcionamiento del puerto en los próximos días». «Se trata de un período crucial para el tráfico marítimo en el sur de la península», declaró, refiriéndose al intenso flujo de pasajeros y mercancías entre Europa y el norte de África, durante este cruce que se complementa con la operación Marhaba en el lado marroquí.
En Algeciras, los trabajadores marítimos consideran que el diálogo para resolver el conflicto no ha avanzado significativamente. Según ellos, este enfoque ha chocado con «una estrategia de confrontación por parte de la dirección, que alimenta las divisiones internas y no reconoce el papel esencial de los pilotos en la seguridad de las operaciones portuarias».
Aunque los detalles de las huelgas aún no están definidos, el sindicato ha anunciado que el calendario de movilizaciones se dará a conocer este jueves. No se descartan acciones «de gran envergadura», pero los líderes sindicales insisten en que «la situación aún podría revertirse, si la dirección mostrara una verdadera voluntad de negociar».