En un contexto marcado por la rápida incorporación de la inteligencia artificial (IA) en las redacciones, los profesionales de los medios están llamados a reinventar la producción de información sin comprometer la ética, la rigurosidad o la soberanía editorial. Así lo afirmaron los participantes de una mesa redonda celebrada el martes en Salé, en el marco de las primeras Jornadas Nacionales de la IA.
El evento, que reunió a investigadores, emprendedores y periodistas bajo el tema «Los medios en la era de la Inteligencia Artificial: nuevos desafíos en la producción de información», permitió explorar las transformaciones profundas que vive el sector en la era de los agentes conversacionales, los algoritmos de recomendación y la producción automatizada de contenidos.
Durante su intervención, Salah Baïna, profesor de la Universidad Mohammed V de Rabat y experto en procesamiento automático del lenguaje natural (NLP), subrayó que las tecnologías de IA están revolucionando las cadenas de producción de información, especialmente a través de la generación automática de textos, la síntesis de contenidos y la conversión vocal. «Estas herramientas no son neutrales: pueden facilitar la producción, pero también propagar sesgos, estandarizar las narrativas y poner en cuestión la pluralidad de voces mediáticas», advirtió.
Baïna también alertó sobre la cuestión de la soberanía algorítmica, destacando que «los modelos actuales están entrenados con corpus textuales dominados por representaciones culturales extranjeras, lo que puede marginar relatos alternativos o locales». En este sentido, abogó por una IA que promueva la diversidad lingüística y cultural, enraizada en los valores de la sociedad marroquí.
Adnane Benchekroun, periodista y emprendedor en medios, aludió a la «triple crisis» que afecta a las redacciones: la disminución de la confianza del público, la fragilidad de los modelos económicos de la prensa y la resistencia interna al cambio. «Mientras que algunos periodistas rechazan categóricamente el uso de la IA, otros la emplean sin formación, lo que genera tensiones y debilita la credibilidad editorial», observó.
Por su parte, el profesor e investigador Mohammed Senoussi destacó los desafíos éticos y sociales asociados con la automatización de la información. «La IA hace que la producción sea más fluida y rápida, pero también corre el riesgo de instaurar una uniformización del discurso y una dependencia cognitiva», afirmó. En este sentido, subrayó la importancia de una regulación pública, proactiva e inclusiva para evitar que las lógicas de audiencia, velocidad o rentabilidad prevalezcan sobre las exigencias de veracidad, matiz y análisis.
Mohamed Ait Bellahcen, director digital y de medios en L’ODJ Media, abordó el impacto de la IA en la creación de formatos narrativos y visuales. «Hoy en día, existen herramientas que permiten generar en unos pocos clics videos, reels y guiones vocales con avatares personalizados. El proceso de creación ha sido completamente transformado», señaló. Ait Bellahcen hizo un llamado a una mayor sensibilización de los jóvenes periodistas sobre los usos avanzados de la IA, al tiempo que recomendó un enfoque crítico.
Los cuatro ponentes coincidieron en la necesidad de que Marruecos desarrolle sus propios modelos de IA, respetuosos de sus especificidades lingüísticas, culturales y editoriales, y abogaron por la colaboración entre redacciones y la creación de una entidad nacional de vigilancia y alerta contra la desinformación.