En Italia, a pesar de una retórica frecuentemente hostil hacia los extranjeros, la extrema derecha en el poder continúa apostando por la inmigración laboral. El gobierno de Giorgia Meloni ha aprobado un nuevo decreto que prevé la llegada de 500,000 trabajadores no europeos entre 2026 y 2028, según informa Les Echos. Específicamente, 164,850 personas podrán ingresar en 2026, 165,850 en 2027 y 166,850 en 2028. El objetivo es claro: el país necesita abordar la escasez de mano de obra que afecta gravemente a sectores clave como la agricultura, el turismo y la asistencia a domicilio.
Desde que asumió el poder en 2022, la líder del gobierno ha gestionado la entrada de cerca de un millón de trabajadores extranjeros, una realidad que contrasta con las promesas de dureza que hizo antes de su elección.
Este cambio de enfoque ha sido bien recibido por el sector empresarial italiano, que lleva años advirtiendo sobre la alarmante falta de trabajadores. Según estimaciones de la Confindustria, al menos 600,000 trabajadores extranjeros adicionales serán necesarios en los próximos cinco años para mantener la economía en funcionamiento.
Sin embargo, en la práctica, el sistema se enfrenta a obstáculos. El mecanismo de asignación de permisos de trabajo, conocido como «click day», se asemeja a una lotería, ya que requiere una inscripción en línea en una fecha fija. A esto se suman trámites administrativos complejos, largos tiempos de procesamiento y barreras financieras para los solicitantes. Como resultado, gran parte de las cuotas establecidas por el gobierno no se traducen en visados ni en contratos laborales.
Solo el 20% de las cuotas fijadas para 2023 han resultado en permisos de residencia y empleos estables, y esta cifra cae al 12% para 2024, advierte la asociación Ero Straniero. «Mientras el sistema no sea revisado, seguirá habiendo irregularidades», añade. Giorgia Meloni reconoce las limitaciones de su política: «La diferencia entre las cuotas y los contratos efectivamente firmados significa que la inmigración regular se convierte en un canal adicional de inmigración irregular. El crimen organizado se ha infiltrado en la gestión de las solicitudes», declara la jefa del gobierno.