Adel B., de 25 años, ha vuelto a escapar de la muerte. La noche del 22 de junio, fue el objetivo de un ataque en Garges-lès-Gonesse, en las afueras de París, durante un tiroteo que dejó a tres personas heridas. Este sería el cuarto intento de asesinato contra él en los últimos tres años.
Según los primeros elementos de la investigación, este joven y varios miembros de su familia serían objetivos habituales de una red de sicarios, que operan bajo las órdenes de un individuo conocido como "Mareko Scarla", un preso francés de 23 años, vinculado al crimen organizado y al tráfico de drogas.
No obstante, las sospechas ahora apuntan a otro individuo: Akim A., alias "Kimo". Se cree que fue él quien ordenó esta cacería mortal. A sus 25 años, estaría prófugo en Marruecos, según fuentes judiciales francesas. Sobre él pesa una orden de arresto internacional, según informa Le Parisien.
Los hechos parecen estar vinculados a un antiguo conflicto entre familias rivales, que ha derivado en sangrientos ajustes de cuentas. El hermano y el padrastro de Adel ya han perdido la vida en ataques similares. Varios sospechosos han sido imputados, especialmente por asesinato en banda organizada.
La justicia francesa busca identificar posibles complicidades, incluso dentro de las cárceles. A pesar de estar en aislamiento, se sospecha que Mareko ha continuado dirigiendo operaciones criminales desde su celda. Recientemente, se incautó un teléfono móvil en su prisión.
Podría iniciarse una cooperación judicial si se confirma la presencia del sospechoso en Marruecos.