Una pareja belga-marroquí enfrenta actualmente un juicio en el tribunal correccional de Lieja, acusada de defraudar el sistema de pensiones belga por varios cientos de miles de euros. Según La Dernière Heure, la pareja habría estado recibiendo pensiones de vejez durante años, a pesar de residir principalmente en Marruecos.
El fraude salió a la luz en 2022, después de que se enviaran veinte cartas anónimas al Servicio Federal de Pensiones, detallando los numerosos viajes y largas estancias de la pareja en el extranjero.
Los acusados obtuvieron la nacionalidad belga a través de su hijo, quien está casado con una belga de origen marroquí. Gracias a un proceso de reunificación familiar, los padres pudieron solicitar la naturalización y acceder a la garantía de ingresos para personas mayores.
El fiscal ha solicitado una multa de 6.400 euros para cada uno de los padres y de 5.600 euros para el hijo, acusado de complicidad en el fraude. Este último ha admitido haber asistido a sus padres con los trámites administrativos y haber comprado billetes de avión, pero niega tener conocimiento de cualquier fraude.
Los abogados de la defensa solicitan clemencia, subrayando la avanzada edad de la pareja, su limitado dominio del francés y las dificultades que enfrentaron para manejar la burocracia belga.