El 21 de junio, las autoridades italianas encontraron el cuerpo sin vida de un marroquí de 39 años en una zanja en Módena, una ciudad de la región de Emilia-Romaña. Identificado como M.C., su familia en Marruecos busca respuestas sobre las circunstancias de su fallecimiento.
Desde Marruecos, su hermano aseguró que M.C. «no estaba enfermo y no había hecho nada malo», y pidió a las autoridades italianas que realicen una investigación a fondo. «Solo queremos conocer la verdad», declaró.
Según medios locales, el cuerpo, hallado en avanzado estado de descomposición a lo largo de la calle Cavo Argine, podría haber estado allí varios días. Aunque la autopsia aún está pendiente, un primer examen externo no mostró signos de trauma, lo que llevó a los investigadores a descartar inicialmente la hipótesis de homicidio y considerar causas accidentales o naturales.
M.C., aparentemente sin hogar desde hace algún tiempo, era conocido por la policía local. Su teléfono móvil fue recuperado y está siendo analizado. «Llegó a Italia en 2011 con la esperanza de construir una vida mejor», explicó su hermano. «Dejó Beni Mellal lleno de esperanza. Era guapo, amable, y amaba Italia, pero nunca regresó a Marruecos porque no tenía sus papeles.»
El hermano también indicó que el último contacto conocido con la familia fue el 14 de junio. «Habló con nuestro otro hermano y dijo que estaba bien. Quizás fue atropellado, o tal vez se cayó. Espero que haya cámaras en ese tramo de carretera», concluyó.