Para una familia marroquí residente en Italia, lo que debía ser un tranquilo día de playa en Sidi Rahal se transformó en una pesadilla inimaginable. El domingo 15 de junio, alrededor de las 15:30, la pequeña Ghita, de apenas cuatro años y medio, jugaba inocentemente en un hoyo que su padre había cavado en la arena. Entre risas, compartía el momento con su primo, mientras su padre se alejaba un instante para beber agua. En un abrir y cerrar de ojos, la escena se tornó trágica.
Un vehículo todoterreno, que circulaba a gran velocidad y remolcaba una moto acuática, pasó directamente sobre la cabeza de la niña. Su padre, Abdellah, visiblemente afectado, relató entre lágrimas: «Jugaba con ella en la arena, cavé un pequeño hoyo para ella. Solo me giré para beber agua, luego escuché un gran estruendo y gritos... Vi las ruedas del coche y la moto acuática pasar sobre la cabeza de mi hija. Ni siquiera pude correr; mis piernas estaban paralizadas. Había sangre por todas partes, su mandíbula estaba desplazada, su cabeza estaba abierta. No lo pensé un instante, subí al mismo coche que la atropelló y le pedí al conductor que me llevara al hospital de inmediato. Solo pensaba en salvarla.»
Ghita fue trasladada de urgencia a la clínica Dar Salam en Casablanca, donde se sometió a una delicada cirugía craneal. Las radiografías revelaron daños en la membrana que cubre el cerebro, y los médicos tuvieron que suturar su ojo, también afectado. Según su familia, su estado es crítico.
«No he podido entrar a la casa desde hace una semana... porque era ella quien me abría la puerta. No tengo el valor de ir. Estamos en estado de shock... Solo quiero que mi hija regrese y que se haga justicia.»
Con amargura, su madre recordó el momento trágico: «Estaba acostada en el hoyo, jugando con su primo. En el momento en que fue a buscar agua, su padre fue a beber y todo se desmoronó. También le suturaron el ojo, su estado es crítico.»
La tía de Ghita, igualmente devastada, agregó: «La escena aún está frente a mis ojos, el coche iba muy rápido. La moto acuática que remolcaba también golpeó a la hija de mi hermano. El médico nos dijo textualmente: 'Reconstruimos su cabeza como un rompecabezas.'»
La familia del acusado presiona a los padres
El joven de 22 años responsable del incidente ha sido llevado a juicio. Sin embargo, las declaraciones de su familia y su abogado han desatado una ola de indignación al culpar al padre por dejar a su hija jugar sola en la arena. El padre, profundamente herido, expresó: «Esas palabras me hirieron mucho... Mi hija está entre la vida y la muerte, y mi esposa está destrozada. Tenemos un bebé de un año, al que no hemos visto desde hace una semana porque permanecemos en el hospital. Nos hemos quedado sin hogar.»
La situación se agravó cuando la familia del acusado intentó presionar a los padres. Abdellah denunció: «Vinieron al hospital y nos dijeron que tenían dinero, que no podríamos hacer nada, como si dijeran: dejen que su hija muera, compraremos la inocencia de nuestro hijo.»
El caso ha generado una ola de solidaridad en las redes sociales, con una campaña en línea bajo hashtags como #JusticiaParaGhita y #TodosSomosGhita. Los internautas han manifestado su indignación, exigiendo medidas estrictas para prohibir el acceso de vehículos a las playas y criminalizar comportamientos tan irresponsables.
Mientras la familia espera la evolución del estado de salud de Ghita, continúa viviendo en un shock del que aún no se recupera, formulando solo una petición: «Pedimos justicia y equidad... Solo queremos que Ghita regrese con nosotros.»