El Tribunal Especial de lo Penal de París ratificó en apelación la condena a cadena perpetua para Mohamed Lamine Aberouz, este sábado 21 de junio, imponiéndole además un período de seguridad de veintidós años. Este fallo confirma la sentencia inicial que declaró culpable al acusado franco-marroquí de «complicidad en el asesinato de una autoridad pública, complicidad en el secuestro de un menor de menos de 15 años y asociación de malhechores terrorista».
El doble asesinato ocurrió el 13 de junio de 2016, teniendo como víctimas a una pareja de policías en su hogar en Magnanville, Yvelines. Mohamed Lamine Aberouz, de 31 años, fue representado por los abogados Vincent Brengarth y Nino Arnaud, quienes anunciaron a la Agencia France-Presse (AFP) que presentarán un recurso de casación. Antes del veredicto, Aberouz se dirigió por última vez a los familiares de Jessica Schneider y Jean-Baptiste Salvaing, las dos víctimas de Larossi Abballa, asegurando no tener «ninguna responsabilidad» en el crimen y afirmando que el atacante lo había «engañado» en su plan yihadista. Además, reiteró su «condena firme y absoluta» del atentado.
El día de los hechos, Jessica Schneider fue asesinada en su hogar, en presencia de su hijo de 3 años. Su pareja, Jean-Baptiste Salvaing, fue apuñalado nueve veces cuando regresaba a casa. El asesino, Larossi Abballa, era amigo del acusado.
Ya condenado en un caso de terrorismo, Mohamed Lamine Aberouz sostiene que el atacante actuó solo.