La cultura arqueológica prehistórica conocida como Ibero-mauriciana, que floreció en el norte de África entre 25,000 y 10,000 años antes de nuestra era, se destacó por transformaciones significativas en los modos de vida. Estos cambios fueron impulsados por el intervalo climático interstadial de Groenlandia 1, que promovió la expansión de los bosques. Un estudio innovador, basado en excavaciones en los sitios de Taforalt y Rhafas en Marruecos, ha permitido a un equipo de investigadores marroquíes e internacionales reconstruir estos cambios.
Los primeros hallazgos del estudio revelan un vínculo estrecho entre la expansión de los bosques y la evolución de los comportamientos humanos relacionados con el uso de la tierra, lo que tuvo un impacto considerable en la dieta. Publicado el jueves 12 de junio de 2025, el estudio fue realizado por investigadores de universidades de Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido, junto con el Instituto Nacional de Ciencias de la Arqueología y del Patrimonio (INSAP) de Marruecos. Destaca especialmente la antigua explotación de alimentos vegetales almacenables, como los derivados del roble y del pino en Taforalt, lo que indica una mayor intensidad de ocupación del sitio.
La investigación, titulada «Expansión de la cobertura forestal y cambios contemporáneos en el uso de la tierra en la edad de piedra tardía en las cuevas de Taforalt y Rhafas, en Marruecos, como lo muestran los isótopos de carbono en el esmalte dental de los ungulados», señala que la alta productividad local de los árboles de nuez y el aumento regional de las densidades de población humana habrían llevado a una mayor estructuración social en la región. Lee más sobre la investigación aquí.
Localización de las cuevas de Taforalt y Rhafas en el noreste de Marruecos
Una etapa decisiva en la dinámica regional de las poblaciones
La edad de piedra tardía no solo presenta un conjunto único de herramientas de piedra, artefactos orgánicos y simbólicos, sino que también se caracteriza por cambios más pronunciados en el uso de la tierra en comparación con fases anteriores. Este período experimentó una reorganización de los recursos explotados y una movilidad de los grupos humanos, influyendo profundamente en los modos de vida, como se observa en los sitios de Taforalt, Ifri el Baroud e Ifri n’Ammar en Marruecos.
Además, este periodo se distingue por un aumento en la sedimentación y la combustión antropogénica dominada por cenizas, lo que indica una ocupación más intensa de los sitios y un uso del fuego más frecuente. También se observa una proliferación de cementerios, como en Taforalt en Marruecos y Afalou en Argelia, donde se enterraron al menos 90 y 58 individuos, respectivamente.
En Taforalt, hay evidencias de una creciente dependencia de las plantas en la dieta humana, demostrada por la presencia de piedras de molienda, abundantes restos macrobotánicos y análisis de isótopos estables en dientes humanos, así como un aumento de caries dentales. Otras pruebas de una ampliación de la dieta en el noreste de Marruecos provienen de importantes restos de caracoles terrestres hallados junto a capas de ceniza en Ifri el Baroud, Ifri n’Ammar y Taforalt.
Estratigrafía de la sección de la terraza de Rhafas, incluyendo las ubicaciones de las muestras OSL