Un joven británico de 21 años, que emprendió en mayo pasado un ambicioso recorrido de 2,414 kilómetros en monopatín desde Brighton hasta Tánger con fines benéficos, ha enfrentado varios obstáculos en su travesía. Sam Allison, quien atraviesa Francia y España para recaudar fondos para la Fundación Ben Ramírez, estuvo a punto de abandonar su viaje tras un desafortunado incidente.
A mitad de su epopeya, mientras acampaba en Francia, fue víctima de un robo que le dejó sin tienda de campaña, ropa e incluso su pasaporte. Solo le quedaron su teléfono, su billetera y una inquebrantable determinación. «Es realmente triste. Estoy intentando hacer algo bueno y me lo quitaron», compartió en sus redes sociales.
Lejos de rendirse, Sam se dirigió a Burdeos, donde consiguió un documento de viaje de emergencia y se reabasteció. Con una mochila más ligera (¿gracias al ladrón?), bromeó que el patinaje se sentía, de hecho, más fluido.
Ahora, de nuevo en marcha, Sam continúa su travesía a través de Francia y España, con la meta final de llegar a Tánger, Marruecos.
Al iniciar su viaje, Sam expresó que sentía la necesidad de apoyar a la Fundación Ben Ramírez, ya que el skate le ayudó a superar sus propios desafíos en el ámbito de la salud mental.
«No me di cuenta de cuánto podía afectar tu vida hasta que experimenté algo negativo yo mismo», confesó. «Desde entonces, siempre he tenido en mente aumentar la conciencia sobre la salud mental [en la comunidad del skate]».
Sam había planeado recorrer unos 48 kilómetros diarios durante 55 días, llevando todas sus pertenencias en una gran mochila, que incluía ropa, equipo de cocina, saco de dormir, tienda de campaña y ruedas de repuesto para el monopatín… antes de que todo desapareciera.
Se espera que su amigo Lucas Perrin se una a él en bicicleta en algunos tramos del viaje, para ayudar a mantener su ánimo, asegurarse de que se mantenga hidratado y, seamos honestos, para evitar que se pierda.