La semana pasada, un vuelo de easyJet que partía de Londres Gatwick con destino a Marrakech tuvo que desviarse hacia Faro, en Portugal, debido a una grave alteración provocada por un grupo de pasajeros británicos, según informaron los medios británicos.
Se trataba de seis hombres que, aparentemente, se dirigían a una despedida de soltero. Fueron desembarcados por la policía tras protagonizar un comportamiento disruptivo que incluyó «vapear en sus asientos, consumir alcohol en exceso e insultar al personal de cabina».
Testigos describieron la situación como tensa, ya que la tripulación había advertido al grupo en varias ocasiones antes de que el capitán decidiera realizar el aterrizaje. Ocho oficiales portugueses aguardaban la llegada del avión y escoltaron a los pasajeros indisciplinados fuera de la aeronave.
Un portavoz de easyJet confirmó el desvío, afirmando que la tripulación actuó con rapidez para «asegurar que la seguridad del vuelo y de los demás pasajeros no estuviera comprometida en ningún momento». Tras el incidente, el vuelo continuó su trayecto hacia Marruecos.