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Fútbol: Ismael Saibari, símbolo de la resiliencia de los jóvenes deportistas

El internacional marroquí Ismael Saibari está en el centro de atención, por haber recientemente ganado el título de la Eredivisie con el PSV Eindhoven. Pero antes de eso, tuvo que superar obstáculos. Entre problemas de salud durante su infancia y reveses al inicio de su carrera, es uno de los jugadores destacados del fútbol neerlandés. Ahora sueña con marcar el gol decisivo para Marruecos, en una final de Copa del Mundo.

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El internacional marroquí Ismael Saibari finalmente está viendo recompensado su arduo esfuerzo. El centrocampista ofensivo de 24 años ha logrado recientemente conquistar el título de la Eredivisie con el PSV Eindhoven, tras imponerse por 3-1 al Sparta Rotterdam. La temporada 2024-2025 la cierra con un impresionante récord de 11 goles y 11 asistencias.

Su destacada actuación lo ha colocado entre los jugadores más sobresalientes del fútbol neerlandés, lo que le ha valido una nominación al premio de Jugador del Año. Además, Saibari ha captado la atención de varios clubes interesados en sus servicios.

No obstante, antes de alcanzar este nivel, el español de origen marroquí, proveniente de una familia humilde, tuvo que superar numerosos obstáculos.

Comienzos difíciles

En una entrevista íntima con el medio deportivo sueco Wenström Television, Saibari compartió las dificultades de sus primeros años. Antes de destacar en el fútbol, su mayor reto fue aprender a caminar. Por problemas congénitos, tuvo dificultades para dar sus primeros pasos a los dos años.

«Quizás nunca podría caminar correctamente en mi vida», rememora. «Pero somos musulmanes y realmente creemos en Dios, así que mi madre simplemente rezó por mí — que pudiera tener una vida normal, ya sabes», confesó.

Para corregir esta condición, Saibari tuvo que usar un aparato ortopédico especial durante más de un año, que le ayudó a mantener sus pies rectos y a caminar. «Ni siquiera se trataba de convertirse en futbolista», dijo. «Es un tipo de aparato que ayuda a los bebés a caminar recto. Y sí, afortunadamente, funcionó».

Tras superar este desafío, su pasión por el fútbol fue puesta a prueba. A los seis años, Saibari comenzó a jugar para un club local en Terrassa, en el noreste de Cataluña, con el sueño de unirse algún día a la prestigiosa academia juvenil del FC Barcelona. Sin embargo, la crisis económica de 2007 truncó ese sueño, obligando a sus padres a dejar España y establecerse en Bélgica. «Se mudaron para trabajar y ofrecernos un mejor futuro», explicó.

Rechazado por ser «demasiado gordo»

En Bélgica, Saibari nunca abandonó su sueño. Jugó en varios clubes, incluidos Beerschot en Amberes y el RSC Anderlecht. Pero a los 14 años, este último equipo decidió prescindir de él de manera inesperada, por una razón que aún le resulta incomprensible.

«Me dijeron que estaba demasiado gordo», declaró. «Jugaba bien. Estaba en un buen momento. Era un honor jugar allí. Luego, justo un día antes del inicio de la nueva temporada, recibí la noticia. Fue realmente doloroso».

A pesar de este revés, Saibari contó con el apoyo incondicional de su familia. «Mis padres estaban allí para mí. Me motivaron y dijeron: 'Mira, estas son cosas que pasan en la vida. Tienes dos opciones: o te rindes o trabajas por tu objetivo y te conviertes en futbolista.' Elegí la segunda opción».

Al reflexionar, Saibari está agradecido por su perseverancia. Una lección clave que extrae de su trayectoria es que «a veces, no habrá justicia — uno sigue adelante y continúa trabajando».

También recuerda un momento de justicia poética, jugando para Genk entre 2017 y 2020. «Marqué un hermoso gol, ganamos ese partido 4-3, y nos convertimos en campeones contra Anderlecht», dice.

Mirando hacia el futuro, Saibari sueña con lograr más glorias con el equipo nacional de Marruecos. Cuando se le pregunta qué noticia le gustaría leer algún día sobre él, con los Leones del Atlas, apunta alto: «¡Ismael Saibari marca el gol de la victoria en la final de la Copa del Mundo!».

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