Una delegación diplomática extranjera fue atacada a tiros por el ejército israelí a las puertas del campo de refugiados de Yenín, en el norte de Cisjordania. Entre los funcionarios agredidos se encontraba el embajador de Marruecos en Palestina, Abderrahim Meziane, quien sufrió el ataque mientras ofrecía una declaración en vivo para la televisión.
Durante la transmisión, las imágenes captaron los disparos de las fuerzas de ocupación, apostadas en los tejados de los edificios cercanos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados de Palestina condenó el ataque, calificándolo de «agresión directa» contra una delegación diplomática acreditada en el Estado de Palestina. La misión se encontraba en el lugar para evaluar la situación humanitaria en Yenín y las violaciones derivadas de la ocupación israelí.
El ministerio denunció este «acto agresivo» como una violación flagrante y grave del derecho internacional y de los principios de las relaciones diplomáticas establecidos en la Convención de Viena de 1961, que garantiza la protección e inmunidad de las misiones diplomáticas.
Además, subrayó que atacar a los representantes de Estados miembros acreditados en Palestina constituye «una escalada peligrosa», reflejando las violaciones sistemáticas del derecho internacional, de la soberanía del Estado palestino y de sus representantes por parte de Israel.
Por su parte, el ejército israelí admitió haber realizado «disparos de advertencia», alegando que «la delegación se desvió de la ruta prevista y entró en una zona prohibida».
Reacciones desde Europa
El ataque fue condenado por varios líderes internacionales. En Italia, el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, convocó al embajador de Israel en Roma, calificando los disparos como «amenazas inaceptables».
Desde Bruselas, la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaya Kallas, declaró que «cualquier amenaza contra la vida de los diplomáticos» es «inaceptable». En un comunicado de prensa, instó a Israel a «abrir una investigación sobre el incidente y a responsabilizar a los culpables».
El ministro belga de Asuntos Exteriores, Maxime Prévost, expresó su consternación. Tras el ataque, exigió una «explicación convincente» de Israel, insistiendo en que los disparos de advertencia estaban dirigidos a «una veintena de diplomáticos» en la Cisjordania ocupada.
En el mismo contexto, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España condenó enérgicamente los disparos. En un breve comunicado, confirmó la presencia de un funcionario español dentro de la delegación atacada, asegurando que ahora se encuentra a salvo, mientras se lleva a cabo «una investigación sobre el incidente».
«Estamos en contacto con otros países involucrados para coordinar una respuesta común a esta acción, que condenamos en los términos más enérgicos», añadió el departamento.
Estos eventos ocurren en un momento en que la presión internacional sobre Israel se intensifica para poner fin a su guerra en curso en la Franja de Gaza, en medio de una creciente condena a su campaña militar intensificada que ha sumido a los civiles palestinos en condiciones de vida inhumanas.