En un giro reciente del caso de tráfico de bebés, un tribunal de revisión en Italia ha decidido que la pareja marroquí acusada de introducir ilegalmente a un recién nacido desde Marruecos hasta Turín, oculto en una bolsa de compras, deberá permanecer en prisión. Los jueces expresaron serias preocupaciones sobre el riesgo de que reincidan y la posibilidad de manipulación de pruebas.
Según el diario italiano Corriere Torino, las conversaciones interceptadas revelan claramente la intención criminal de la pareja en el tráfico de personas. «Sé lo que hago. Te he enseñado cómo pasar personas ilegalmente», le dijo uno de los cónyuges al otro en una conversación en marzo. La bebé, nacida en agosto de 2024, fue transportada desde Tánger a Italia en octubre pasado, escondida en una bolsa de compras y sin estar registrada en la lista de pasajeros.
La investigación se inició después de que el marido denunciara la situación, tras una queja por violencia doméstica presentada por su esposa. Aunque se presentó como un testigo crítico, los investigadores descubrieron que él se dedicaba profesionalmente al tráfico de personas.
Al llegar a Italia, la pareja pidió a otros dos marroquíes que cuidaran temporalmente del bebé, hasta encontrar un comprador. Según los investigadores, la madre biológica entregó voluntariamente a la bebé para que fuera vendida en Italia.
La policía interceptó conversaciones alarmantes en las que la pareja discutía deshacerse de la niña arrojándola por la ventana o encerrándola en un horno. También planeaban devolverla a Marruecos, escondida en un coche, para evadir las consecuencias.
Los cuatro sospechosos fueron arrestados el 12 de marzo. La bebé, encontrada en buen estado de salud, ha sido puesta bajo la protección de los servicios sociales, mientras las autoridades organizan su acogida en una familia de acogida.