El tribunal de primera instancia de Kenitra ha sentenciado este martes a una ginecóloga del hospital regional a cinco años de prisión y le ha prohibido ejercer su profesión durante diez años, tras ser encontrada culpable en un caso de corrupción.
La condena se dictó después de que investigaciones técnicas revelaran conversaciones telefónicas entre la doctora y una intermediaria, en las que discutían pagos a cambio de realizar partos. Según el diario Assabah, la médica recibía dinero por procedimientos que formaban parte de sus funciones oficiales como funcionaria pública.
Además, una matrona que colaboraba con la ginecóloga ha sido condenada a cuatro años de prisión, mientras que dos intermediarios han recibido una pena de tres años cada uno. Un guardia de seguridad privado del hospital ha sido sentenciado a un año de cárcel.
El caso salió a la luz cuando la matrona y el guardia de seguridad fueron sorprendidos en flagrante delito aceptando un soborno, en una operación coordinada con la policía, a cambio de realizar una cesárea a una mujer embarazada.