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La tensión entre Francia y Argelia se intensifica. Tras la expulsión de funcionarios franceses en Argel el lunes, París convocó el martes al encargado de negocios argelino para protestar por una decisión que considera «injustificada e injustificable», según informó la AFP. El ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, anunció una medida de reciprocidad: la expulsión de diplomáticos argelinos que no cuenten con un visado válido.
«Nuestra respuesta es inmediata, firme y proporcionada», declaró en BFMTV, sin especificar cuántas personas se verán afectadas. Advirtió que Francia se reserva el derecho de tomar otras medidas «dependiendo de cómo evolucione la situación».
Por su parte, Argelia había convocado el domingo al encargado de negocios francés en Argel para señalar una nueva ola de expulsiones dirigidas a agentes en misión temporal. Según la agencia APS, estos habrían sido nombrados en «condiciones irregulares». Sin embargo, el ministerio argelino no ha emitido ningún comunicado oficial.
París denuncia que esta es una decisión unilateral que contraviene el acuerdo bilateral de 2013, que regula el acceso de los agentes públicos franceses al territorio argelino. Jean-Noël Barrot lamentó la ruptura del diálogo, argumentando que estas decisiones no benefician ni a Francia ni a Argelia.
«Francia insta a las autoridades argelinas a retomar un diálogo exigente y constructivo», concluyó el Quai d'Orsay, en un contexto de relaciones congeladas desde la expulsión, en abril, de doce agentes franceses. Las relaciones entre París y Argel se han visto tensadas tras el reconocimiento por parte del presidente Macron de la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental en julio de 2024.
