En un caso complejo y polémico, el Tribunal Supremo español anuló, el lunes 5 de mayo de 2025, una tercera condena contra Ahmed Tommouhi, un ciudadano marroquí que pasó 15 años en prisión por violaciones que siempre ha sostenido no haber cometido. Esta decisión se fundamenta en pruebas biológicas y la retractación de las víctimas que inicialmente lo identificaron, anulando así un veredicto de 1995.
Detalles del caso...
Ahmed Tommouhi llegó a España en 1988 y comenzó a trabajar como temporero en diversos sectores de la región de Gerona, en el noreste del país. Sin embargo, su vida dio un giro drástico cuando fue implicado en una serie de crímenes que no cometió.
Originario de Nador y padre de tres hijos, fue arrestado por una serie de violaciones y agresiones ocurridas en la noche del 9 al 10 de noviembre de 1991 en Terrassa, España. Las víctimas describieron a los agresores como dos hombres con rasgos magrebíes que hablaban una «lengua extranjera».
Tommouhi fue detenido y condenado en 1995 a 100 años de prisión, confundido con otro violador que se le parecía. Su amigo, Abderrazak Mounib, que residía en Barcelona en ese momento, también fue arrestado y falleció en prisión, a pesar de sus constantes esfuerzos por demostrar su inocencia.
Identificados por cuatro de las ocho víctimas durante una confrontación, esta identificación fue la única prueba en su contra, a pesar de la falta de otros elementos que los vincularan a los crímenes.
Inicialmente acusados de 11 violaciones, solo fueron juzgados por tres casos, ya que las pruebas demostraron su inocencia en los demás, lo que llevó a los investigadores a reducir los cargos. Ambos hombres no dejaron de clamar su inocencia, exigiendo pruebas de su culpabilidad. Finalmente, fueron condenados a 18 años de prisión en un juicio que defensores de los derechos humanos calificaron como un «grave error judicial».
El análisis de ADN revela al verdadero culpable
En 1995, una nueva ola de violaciones y agresiones en la región reforzó la convicción de los defensores de Tommouhi. Los agresores, dos hombres que hablaban una «lengua extranjera», empleaban el mismo método que en las agresiones anteriores.
Una investigación exhaustiva permitió arrestar a los verdaderos culpables: un español, García Carbonell, que se parecía mucho a Tommouhi y se comunicaba con su cómplice en «Caló», un dialecto gitano.
García Carbonell, implicado en varios casos de violación, reconoció el conjunto de las acusaciones. Sin embargo, la policía no lo interrogó sobre las violaciones de 1991 por las que Tommouhi y su amigo habían sido condenados.
Las pruebas de ADN también demostraron que García Carbonell era el autor de una de las violaciones por las que Tommouhi había sido condenado. A pesar de ello, el ciudadano marroquí permaneció encarcelado.
Después de pasar 15 años injustamente en prisión, Tommouhi fue liberado en 2007 y continuó luchando para demostrar su inocencia. Gracias a investigaciones y pruebas biológicas, dos sentencias en 1997 y 2023 fueron anuladas, y la semana pasada, el tercer veredicto fue levantado. Sin embargo, a pesar de la anulación de los tres juicios, la Audiencia Nacional Española rechazó su solicitud de indemnización de 3,6 millones de euros.
Apoyo político y de activistas de derechos humanos
El caso Tommouhi recibió un amplio respaldo por parte de políticos y activistas de derechos humanos. Desde 2008, parlamentarios catalanes de diversos partidos han defendido su caso, reuniéndose en el Parlamento catalán para explorar las vías legales para restaurar su dignidad y derechos, vulnerados por una justicia severa. Numerosas organizaciones de defensa de los derechos humanos también han apoyado el caso, como la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (ASDHOM) en París, que incluso alertó al Parlamento Europeo sobre su situación.
En 2025, la Asociación de Corresponsales e Informadores Jurídicos (ACIJUR) otorgó a Ahmed Tommouhi el premio "Boniatas" en reconocimiento a su lucha incansable por la verdad y la justicia, destacando la importancia de su combate y el significativo apoyo de la comunidad jurídica.