En la costa atlántica, al sur de Agadir y a unos 23 kilómetros de Mirleft, se encuentra la playa paradisíaca de Legzira, a tan solo 11 kilómetros de Sidi Ifni. Sus imponentes arcos de piedra son el deleite de los turistas que llegan en masa para disfrutar de las aguas turquesas, darse un baño refrescante o capturar fotografías inolvidables de este fenómeno natural. Mientras tanto, los pescadores locales se acomodan pacíficamente sobre los arrecifes.
Originalmente, la playa contaba con cuatro grandes arcos esculpidos por las olas del océano; hoy solo quedan tres. Esta pérdida no disminuye el asombro que provoca el paisaje, donde la erosión marina ha moldeado, con el paso del tiempo, los acantilados de arenisca roja que contrastan con el cielo azul.
Este mismo proceso de erosión fue el responsable del colapso del mítico arco de Legzira. Seis meses antes del derrumbe, ya se habían detectado fisuras en la roca. Afortunadamente, otro arco igualmente impresionante, aunque menos espectacular, sigue en pie.
Uno de los arcos de la playa de Legzira./ Ph. PanorapostUno de los arcos de la playa de Legzira./ Ph. Panorapost
La playa de Legzira: un fenómeno geológico
A pesar de ser un destino popular, Legzira no sufre el turismo masivo que afecta a otros enclaves marroquíes. Los parapentistas disfrutan lanzándose desde las montañas cercanas para aterrizar en la playa. Además de su atractivo turístico, el lugar es fascinante desde el punto de vista geológico, ya que la arenisca roja se manifiesta de manera espectacular sobre el granito. El sitio Geocaching describe este fenómeno:
«La playa de Legzira es un ejemplo de lo que se denomina un "botón geológico": una depresión excavada por la erosión que revela capas geológicas antiguas. Estas rocas son el resultado de la consolidación de sedimentos detríticos arrancados por la erosión al Anti-Atlas y transportados hacia el océano por los ríos.»
Un poco de historia
Sidi Ifni toma su nombre del morabito de la región, pero la ciudad también es la capital de la tribu de los Ait Baâmrane. La región fue ocupada en 1934, tras dos tratados hispano-marroquíes (1767 y 1860). El territorio fue cedido a España para establecer un asentamiento pesquero. Más tarde, el general Franco, entonces presidente del gobierno español, decidió transformar el enclave en una base militar y un centro político del África occidental española.
A pesar de la colonización, las tribus locales de los Ait Baâmrane de Ifni resistieron con valentía, ganándose el reconocimiento en todo Marruecos. Con el tiempo, la superficie del territorio ocupado se redujo, y en los años 60, solo quedaba una franja de unos pocos kilómetros alrededor de Sidi Ifni. La presión internacional llevó a negociaciones que culminaron con el tratado de Fez el 4 de enero de 1969, poniendo fin a la soberanía española. Maria Gomez, la última persona de origen español en Sidi Ifni que no había regresado a España, falleció en 2001.