Una nueva era comienza para el ferrocarril marroquí. Este jueves 24 de abril de 2025, desde la estación de Rabat-Agdal, el Rey Mohammed VI dio inicio oficialmente a las obras de la futura Línea de Alta Velocidad (LGV) que unirá Kenitra con Marrakech. Con una extensión de aproximadamente 430 kilómetros, esta infraestructura emblemática es parte de un ambicioso programa ferroviario valorado en 96 mil millones de dirhams, que busca modernizar la red nacional y fomentar una movilidad sostenible e inclusiva.
Con este proyecto estructurante, Marruecos reafirma su compromiso de expandir la oferta ferroviaria de alto rendimiento y velocidad, continuando la línea Tánger-Casablanca e incorporando importantes consideraciones ecológicas. Esta iniciativa se alinea con las estrategias del Reino en desarrollo sostenible y promoción de soluciones de transporte con baja huella de carbono.
Reducción de tiempos de viaje y una nueva dinámica para las grandes ciudades
El nuevo trazado conectará las principales metrópolis del reino —Rabat, Casablanca y Marrakech— e integrará los aeropuertos de Rabat y Casablanca. La reducción en los tiempos de viaje es significativa: 1 hora entre Tánger y Rabat, 1 hora 40 minutos para Tánger-Casablanca, y 2 horas 40 minutos entre Tánger y Marrakech. Además, Rabat estará conectada al Aeropuerto Mohammed V de Casablanca en solo 35 minutos, con una parada planificada en el nuevo estadio de Benslimane. También se implementará un servicio de alta velocidad Fez-Marrakech, con un tiempo de recorrido estimado de 3 horas 40 minutos, combinando líneas clásicas y LGV.
La infraestructura está diseñada para alcanzar una velocidad máxima de 350 km/h. Se incluirán nuevos desarrollos en las terminales de Rabat, Casablanca y Marrakech, estaciones de alta velocidad y de proximidad, así como un centro de mantenimiento en Marrakech para el material rodante.
Más allá de la extensión de la LGV, este proyecto forma parte de un programa más amplio que contempla la adquisición de 168 trenes por un valor de 29 mil millones de dirhams. El objetivo es renovar la flota de la Oficina Nacional de Ferrocarriles (ONCF), acompañar las nuevas líneas, mejorar el rendimiento operativo y anticipar el aumento de la demanda para 2030.
Este programa incluye la compra de:
- 18 trenes de alta velocidad para la expansión de la red,
- 40 trenes para las líneas clásicas interurbanas,
- 60 lanzaderas rápidas (TNR),
- 50 unidades dedicadas al transporte público en las aglomeraciones de Rabat, Casablanca y Marrakech.
Paralelamente, la extensión de la LGV permitirá liberar capacidades en la red ferroviaria clásica. Un servicio de trenes metropolitanos de proximidad (TMP) responderá así a los desafíos de movilidad urbana en estos tres centros. Este servicio se caracteriza por su puntualidad, frecuencia y enfoque sostenible.
Un ecosistema industrial nacional para impulsar el ferrocarril marroquí
Este ambicioso programa también actúa como catalizador para el desarrollo de un verdadero ecosistema industrial ferroviario en Marruecos. Se prevé la creación de una unidad de fabricación de trenes en el país, además de una red de proveedores y subcontratistas locales. El objetivo es alcanzar una tasa de integración nacional superior al 40 %.
Una empresa conjunta entre los socios industriales y la ONCF también verá la luz para asegurar el mantenimiento regular e industrial de los trenes durante su ciclo de vida. Este esquema permitirá controlar costos, asegurar la transferencia de competencias y generar varios miles de empleos directos e indirectos, además de la formación de recursos humanos especializados durante un período de diez años.
El proyecto cuenta con la colaboración de actores industriales de primer nivel a nivel mundial. El fabricante francés Alstom proporcionará el material rodante para la alta velocidad, mientras que la española CAF se encargará de los trenes interurbanos (hasta 200 km/h). Hyundai Rotem, grupo surcoreano, entregará los trenes para las líneas metropolitanas.
Estas asociaciones se enmarcan en un esquema de financiamiento preferencial y reflejan la confianza de los inversores internacionales en la estrategia ferroviaria marroquí. Con este nuevo paso, Marruecos reafirma su posición como pionero del transporte ferroviario de alta velocidad en el continente africano y subraya su intención de construir un futuro más conectado, sostenible y competitivo.