Semanas después de su liberación gracias a un indulto real concedido con motivo del Aíd al-Fitr, Abdelkader Belliraj, condenado en Marruecos por actos de terrorismo, ha obtenido un pasaporte belga, confirmó el martes la ministra belga de Justicia, Annelies Verlinden.
A sus 67 años, y con doble nacionalidad marroquí y belga, Belliraj había sido condenado a cadena perpetua en 2010. En 2022, su pena fue reducida a 25 años, antes de recibir un indulto a finales de marzo pasado por el rey Mohammed VI al concluir el mes de Ramadán. Tras abandonar la prisión de Oudaya en Marrakech, Belliraj se puso en contacto con la embajada de Bélgica en Rabat para iniciar el proceso de renovación de su pasaporte.
«Este hombre es ciudadano belga y tiene familiares en Bélgica», declaró la ministra Verlinden ante el Comité de Justicia, en respuesta a una pregunta del diputado de extrema derecha Alexander Van Hoecke (Vlaams Belang).
Consultada sobre la posibilidad de que Belliraj regrese a Bélgica, la ministra aseguró que los servicios competentes, especialmente la Seguridad del Estado, monitorean de cerca la situación y evalúan las medidas a tomar si este escenario se confirma. Precisó que este asunto podría ser objeto de discusiones con las autoridades marroquíes, recordando que el indulto real es una decisión soberana.
«Hay indicios que sugieren que Belliraj planea un regreso próximo», advirtió Van Hoecke, denunciando la liberación de un hombre «condenado por terrorismo y sospechoso de asesinatos políticos». Según él, esta decisión envía una «señal inquietante» a las víctimas.
Abdelkader Belliraj se encuentra entre los 33 detenidos condenados por asuntos relacionados con el terrorismo y el extremismo que se beneficiaron de un indulto real en marzo, de un total de 1,533 prisioneros. El ministerio marroquí de Justicia subrayó entonces que estas personas habían expresado su adhesión a los «principios fundamentales y valores sagrados de la Nación y de sus instituciones», renunciando explícitamente a toda forma de extremismo.
El caso Belliraj estalló en 2008, cuando el entonces ministro del Interior, Chakib Benmoussa, anunció el desmantelamiento de lo que calificó como «una de las células terroristas más peligrosas recientemente neutralizadas». En ese momento, 35 personas fueron detenidas.