El 13 de abril de 2025, como informamos en Yabiladi, The Washington Post publicó un artículo de investigación sobre los esfuerzos del nuevo gobierno sirio para desmantelar una ruta de contrabando de armas utilizada por Irán y sus aliados, incluido Hezbollah. El reportaje mencionaba una supuesta implicación del Frente Polisario en esta operación. Sin embargo, no se incluyó una respuesta del movimiento saharaui.
El 20 de abril, en una sección titulada «Corrección», el diario estadounidense aclaró que debió haber solicitado un comentario del Polisario. Este derecho de réplica fue entonces incluido, con una declaración que negaba cualquier vínculo con Irán y calificaba las alegaciones de «no solo inverosímiles, sino insultantes». Esta corrección editorial, un procedimiento estándar en la prensa, permite a la parte afectada expresar su posición, sin que esto implique la validación de sus afirmaciones.
La interpretación de los medios oficiales en Argelia
Pocas horas después, la radio pública argelina publicó en X (antes Twitter) un mensaje triunfalista afirmando que The Washington Post había «reconocido» la inocencia del Frente Polisario. El tuit sostenía que «el reconocimiento por parte de The Washington Post de la inocencia del Polisario» representaba un revés para Marruecos.
?صحيفة واشنطن بوست تعتذر للشعب الصحراوي وتصفه بالمقاوم
?الواشنطن بوست تعتذر عن نشر خبر مفبرك ومضلل بتاريخ 13 أفريل مفاده وجود تنسيق عسكري بين جبهة البوليساريو وإيران
?وهو الخبر الذي تناقلته وسائل إعلام مغربية وعربية استنادا لمقال The Washington Post
?إدارة تحرير الصحيفة… pic.twitter.com/ni6QMf3O9k— Radio Algeria international إذاعة الجزائر الدولية (@radioalginter) April 23, 2025
Esta es una interpretación errónea de lo que en realidad es solo una medida de rigor periodístico elemental: el respeto al derecho de réplica. En ningún momento el diario valida las declaraciones del Polisario, las cuales son claramente citadas y atribuidas a este último.
Desconocimiento del derecho y de la deontología periodística
En las normas de deontología periodística, el derecho de réplica es un procedimiento regular destinado a garantizar el equilibrio de los puntos de vista. Cuando The Washington Post publica:
«The Polisario Front denies ties of any kind to Iran, saying that to ‘suggest that Polisario fighters would abandon their decades-long struggle against Moroccan occupation in favor of distant conflicts in which they have no stake is not only implausible — it is an insult…’»
No se trata de una posición del diario, sino de una declaración del Polisario, presentada entre comillas, como es habitual. El periódico se mantiene neutral y no se pronuncia sobre la veracidad de estas afirmaciones.
Esta distinción también se destaca en los extractos de resultados de Google, que precisan en su meta-descripción:
«The Polisario Front, which is seeking independence for Western Sahara, denies ties of any kind to Iran…»
El uso del verbo «denies» (niega) muestra claramente que se trata de una reivindicación, no de un hecho establecido.
Una línea de defensa frágil
Finalmente, en cuanto al fondo, el argumento del Polisario de que sus miembros serían incapaces de involucrarse en un conflicto «lejano» porque están concentrados en su lucha en el Sahara Occidental es débil. La historia está llena de ejemplos de movimientos revolucionarios o independentistas que brindan apoyo logístico o militar a regímenes aliados, incluso fuera de su teatro de operaciones principal, por estrategia, alianzas o convergencias ideológicas. El hecho de reivindicar una lucha «de liberación» no excluye implicaciones regionales, especialmente en un contexto geopolítico complejo como el de Oriente Medio.
Por lo tanto, The Washington Post no ha exonerado al Frente Polisario y la investigación sigue en curso. Simplemente aplicó un principio deontológico fundamental: dar la palabra a la parte afectada. Presentar este derecho de réplica como un reconocimiento de inocencia es desinformación, una instrumentalización clásica de la comunicación en los conflictos, donde cada palabra es examinada, cada rectificación explotada.
Lo más sorprendente aún: la implicación de los periodistas de la radio pública argelina al anunciar una «victoria mediática» del Polisario al otro lado del Atlántico, basándose en un simple derecho de réplica. Si la investigación de The Washington Post resulta ser falsa como ellos afirman, el trabajo de los periodistas habría sido realizar una verificación de hechos.