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Hajar Fahmi: De la determinación en Anfa Park a la gloria en el patinaje

Desde sus caídas al suelo mientras practicaba patinaje hasta las burlas de los demás, el camino de Hajar Fahmi ha estado lleno de obstáculos. Sin embargo, ella ha convertido cada momento de fracaso en una oportunidad de aprendizaje y desarrollo, demostrando finalmente a todos que el deporte no está reservado para un género, sino que es accesible para todos.

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Un miércoles de enero de 2023, a las cinco y media de la tarde, Anfa Park se encontraba rebosante de vida bajo un cielo soleado. En medio de esa vibrante atmósfera, Hajar Fahmi, una joven de 20 años, compartía risas con sus amigos. Desde su lugar, observaba fascinada a un grupo de chicos que, con destreza, realizaban acrobacias sobre el asfalto con sus patines, desafiando las leyes de la gravedad.

Impulsada por la curiosidad, Hajar se acercó a uno de los patinadores y le preguntó si podía unirse al grupo. Para su sorpresa, la invitaron a participar. Sin embargo, en su primer intento, sufrió una caída que le provocó una fractura en el brazo. Aunque recibió atención médica, optó por no contarle a sus padres, temerosa de que le prohibieran seguir intentándolo.

Pero su historia no terminó ahí. Apenas un mes después del accidente, Hajar compró sus propios patines y comenzó a practicar en solitario. Cada intento era una mezcla de miedo y alegría. Recordando sus primeros pasos en este deporte, lo describe como un «desahogo muy divertido». «Liberaba toda mi energía patinando, cayendo y volviendo a intentarlo. No puedo describir la sensación, pero es increíble, a pesar de las muchas heridas», nos confiesa.

Además de los retos físicos, Hajar tuvo que enfrentar las críticas y burlas de aquellos que consideraban el patinaje como un territorio exclusivo de hombres. «Vete a la cocina. Aquí no es tu lugar. Este deporte es para hombres, mejor cómprate una muñeca»; esos eran los comentarios que escuchaba a diario. Para evitar estas situaciones, comenzó a entrenar en lugares solitarios, lo que le permitió perfeccionar sus movimientos.

«Exactamente dos meses después, volví al mismo lugar y frente a los mismos chicos que se burlaban de mí, que quedaron sorprendidos al ver mis rápidos progresos. Pensaban que había abandonado. Su mirada me demostró que estaba en el camino correcto, y que este deporte no es exclusivo para los hombres.»

Hajar Fahmi

Con el tiempo, el nombre de Hajar comenzó a hacerse conocido, especialmente después de publicar videos de sus actuaciones en sus redes sociales. Estos contenidos la convirtieron en una fuente de inspiración para muchas chicas que sueñan con practicar este deporte.

Sin embargo, en abril del año pasado, Hajar sufrió una nueva lesión, esta vez en el rostro. «Un día de lluvia, me resbalé y caí de cara. Fui al hospital donde me dieron puntos en el mentón», recuerda, optando nuevamente por no contarle a su familia. La verdad salió a la luz a través de un video en las redes sociales, y le prohibieron patinar durante un mes. En secreto, compró un nuevo par de patines y reanudó su entrenamiento.

A finales de 2023, después de meses de práctica, Hajar descubrió que la universidad organizaba una competencia de patinaje. Participó no con la intención de ganar, sino para medir su progreso y conectar con otros apasionados del deporte. Durante el evento, conoció a la asociación Rollschool Family y se unió a ella. «La asociación me proporcionó el apoyo necesario en términos de entrenamiento y equipo y me ayudó a mejorar considerablemente mis habilidades», comenta.

En mayo de 2024, Hajar participó en la competencia «Ride avec Elle - Primera Edición» y se alzó con el primer lugar, seguido de otra victoria en el Campeonato de Marruecos en noviembre del mismo año.

Hoy en día, Hajar no solo es una patinadora profesional; también se ha convertido en entrenadora dentro de la asociación. Consciente de la importancia de apoyar a las chicas que enfrentan desafíos similares, ha decidido ser una guía y compartir sus consejos con los principiantes. Ahora entrena a chicas y chicos, niños y adultos, promoviendo valores de fuerza y perseverancia. Además, sueña con participar en competencias internacionales y tiene la mirada puesta en los Juegos Olímpicos.

A pesar de todas las dificultades, Hajar nunca ha lamentado la decisión que tomó aquel miércoles a las cinco y media de la tarde en Anfa Park, un momento que permanecerá grabado en su memoria para siempre.

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