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Desde 2022, el fútbol marroquí está viviendo su edad de oro

Desde 2022, el fútbol marroquí está viviendo un período dorado, marcado por una serie de logros en los escenarios continental y mundial, en todas las categorías. Una dinámica notable, alimentada por una estrategia de formación ambiciosa, inversiones dirigidas y una voluntad manifiesta de elevar al Reino entre las grandes naciones del fútbol.

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Si tuviéramos que señalar el inicio de la era dorada del fútbol marroquí, muchos coincidirían en que fue en 2022. Sin embargo, es importante recordar que en febrero de 2021, la selección nacional local se coronó campeona del Campeonato Africano de Naciones (CHAN) por segunda vez consecutiva, superando a Malí 2-0 en la final. Este triunfo en Yaundé reafirmó el crecimiento del fútbol local marroquí, representado por jugadores que compiten exclusivamente en los campeonatos nacionales. Más que un título, fue un mensaje contundente al continente: Marruecos estaba construyendo una base sólida.

Qatar 2022: un recorrido de ensueño

El punto culminante de este auge deportivo llegó durante la Copa del Mundo 2022. La Selección Nacional, bajo la dirección de Walid Regragui, hizo historia al convertirse en el primer equipo africano en alcanzar una semifinal en un Mundial... ¡Y de qué manera! Tras vencer a Bélgica, España y luego a Portugal, los Leones del Atlas conquistaron el mundo del fútbol con su compromiso, disciplina táctica y, sobre todo, su pasión. Finalmente, cayeron ante Francia (0-2) y luego ante Croacia (1-2) en el partido por el tercer puesto, terminando en un inédito cuarto lugar que quedará grabado en la memoria como un símbolo de un continente que se afirma.

Las Leonas rugen

Ese mismo año 2022, el fútbol femenino también dejó su marca. En julio, Marruecos fue sede de la Copa Africana de Naciones femenina. Las Leonas del Atlas, alentadas por un público entusiasta, alcanzaron la final por primera vez en su historia. Aunque fueron derrotadas por Sudáfrica (1-2), ganaron un inmenso respeto y sentaron las bases de un futuro prometedor.

Un año después, en agosto de 2023, participaron en su primera Copa del Mundo. Nuevamente, el equipo dirigido por Reynald Pedros impresionó, avanzando a la segunda ronda antes de ser eliminado en octavos por Francia (0-4). Una derrota, ciertamente, pero también un logro histórico y una base sobre la cual construir.

El sueño olímpico y la consagración en futsal

Ese mismo año, los Cachorros del Atlas lograron su primer título continental al vencer 2-1 en tiempo extra a Egipto en la Copa Africana de Naciones U23 en Rabat. Este éxito clasificó a Marruecos para los Juegos Olímpicos de París 2024, donde el equipo U23 realizó una actuación histórica al obtener la medalla de bronce, marcando así la primera medalla olímpica del fútbol marroquí.

El equipo nacional marroquí de futsal se ha establecido como una referencia en África y más allá. Ha ganado tres ediciones consecutivas de la Copa Africana de Naciones en 2016, 2020 y 2024, dominando a Angola 5-1 en la final en Rabat durante la última edición.

A nivel mundial, Marruecos alcanzó los cuartos de final de la Copa del Mundo de Futsal en 2021 y 2024, marcando así sus mejores actuaciones históricas. En 2022, los Leones del Atlas añadieron un título internacional importante a su palmarés al ganar la Copa de las Confederaciones de Futsal, convirtiéndose así en la primera nación africana en imponerse en esta competición intercontinental.

2025: la juventud en el trono continental

Abril de 2025 coronó esta dinámica con una nueva victoria prometedora: el triunfo de los U17 marroquíes en la Copa Africana de su categoría. En casa, los Cachorros del Atlas demostraron solidez defensiva, maestría colectiva y destellos individuales. En la final contra Malí, se impusieron en los penales (0-0, 4-2 p.s.o.) en una atmósfera electrizante en Mohammedia.

El torneo consagró a una generación excepcional. El nombre de Abdellah Ouazane, centrocampista del Ajax de Ámsterdam, está ahora en boca de todos. Mejor jugador del torneo, el joven mediocampista impresionó por su madurez y su lectura del juego. En la portería, Chouaib Bellaarouch – formado en la Academia Mohammed VI – fue intratable, encajando solo un gol y convirtiéndose en el héroe de la final, obteniendo el título de mejor guardameta. En el banquillo, Nabil Baha supo moldear un equipo coherente y ambicioso, siendo también designado mejor entrenador de la competición.

Un modelo en construcción

Detrás de estos éxitos, se vislumbra toda una estructura: centros de formación modernizados, profesionalización aumentada, una política de detección amplia, mejor integración de los binacionales, desarrollo del fútbol femenino y auge de disciplinas conexas como el futsal. Marruecos ya no se conforma con soñar; está construyendo, pacientemente y metódicamente, una nueva era.

El fútbol marroquí vive sin duda su edad de oro. Y al ver el impulso de las jóvenes generaciones, las ambiciones continentales y mundiales, y los proyectos en curso – especialmente la acogida de la CAN 2025 y la coorganización de la Copa del Mundo 2030 –, la epopeya parece lejos de estar terminada. Los aficionados marroquíes esperan con fervor un segundo trofeo continental después del de 1976... 50 años después.

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