Una pareja de 65 y 42 años permanece detenida tras haber introducido ilegalmente a un recién nacido desde Marruecos hasta Turín el pasado octubre, ocultándolo en una bolsa de compras con la intención de venderlo, según informaron los medios locales.
El caso también resultó en el arresto de dos cómplices. Para justificar la detención preventiva, el juez señaló riesgos de fuga, destrucción de pruebas y posibilidad de reincidencia.
La investigación se inició tras un informe presentado a la fiscalía que indicaba que una familia marroquí en Turín había acogido a una niña recién nacida—sin lazos familiares con ellos—durante varias semanas, aparentemente con el propósito de venderla.
Esta familia también está siendo investigada por complicidad, ya que se les solicitó cuidar del bebé por parte de la pareja que presuntamente la introdujo clandestinamente en Italia. La mujer y el hombre han declarado desconocer las circunstancias previas del caso.
Las autoridades descubrieron que el bebé llegó a Italia en octubre de 2024, transportado por la primera pareja en un barco procedente de Tánger, escondido en una bolsa de compras y sin estar registrado entre los pasajeros. El largo viaje habría provocado problemas de salud, lo que requirió una visita al hospital al llegar.
Los investigadores sospechan que la madre biológica del bebé lo entregó voluntariamente a los sospechosos para ser vendido en Italia. Para evitar levantar sospechas, la pareja habría recurrido a otros dos marroquíes que cuidaron temporalmente de la niña hasta que se encontrara una solución permanente.
Los sospechosos buscaban activamente a alguien que adoptara a la niña a cambio de dinero. En caso de ser descubiertos, planeaban trasladarla al extranjero para eludir la justicia.
Después de semanas de vigilancia, la policía localizó el domicilio donde se encontraba el bebé el pasado marzo. La niña fue hallada en buen estado de salud, llevada al hospital para controles médicos y posteriormente puesta bajo la custodia de los servicios sociales.