Las recientes tarifas de importación anunciadas por Donald Trump se fundamentan principalmente en el déficit comercial que Estados Unidos mantiene con sus socios. No obstante, el método de cálculo adoptado por la administración estadounidense levanta numerosas interrogantes.
A partir del sábado, se impondrá un arancel mínimo del 10% sobre todas las importaciones. Esta medida afectará a países como Marruecos, Egipto, Turquía y varias naciones del Golfo. Algunos países enfrentarán gravámenes más altos: un 20% para la Unión Europea, 28% para Túnez, 30% para Argelia y 34% para China.
En un comunicado emitido el miércoles por la noche, la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) explicó la metodología utilizada. Esta consiste en dividir el superávit comercial de un país con Estados Unidos entre sus exportaciones totales, basándose en las cifras de 2024 del Buró del Censo de Estados Unidos. Este ratio se reduce a la mitad, en un gesto de «clemencia» según Donald Trump, quien presentó este método ante la prensa desde el Jardín de Rosas de la Casa Blanca.
Por ejemplo, China presenta un superávit comercial de 295 mil millones de dólares con Estados Unidos frente a 438 mil millones de dólares en exportaciones. Su ratio alcanza el 68%, el cual se reduce al 34% tras aplicar la fórmula.
Los países donde Estados Unidos registra un superávit comercial no están exentos, ya que se les impone un arancel fijo del 10%, como es el caso de Marruecos.
El comunicado de la USTR admite que el método elegido no evalúa con precisión las barreras comerciales reales. Sin embargo, sostiene que permitirá alcanzar el objetivo de reducción del déficit comercial que persigue Donald Trump.