En los últimos meses, la policía francesa ha intensificado sus controles, especialmente en estaciones de tren y en trenes internacionales, en medio de crecientes tensiones diplomáticas con Argelia y una disputa sobre la repatriación de ciudadanos expulsados. El jueves por la noche, cuatro hombres fueron detenidos en la estación de Nîmes durante una operación conjunta llevada a cabo por la policía nacional, la CRS 47 y la Seguridad Ferroviaria.
Los controles se realizaron a bordo de dos trenes de alta velocidad (TGV) provenientes de España, uno desde Barcelona y otro desde Madrid. Entre los detenidos se encontraban dos argelinos de 22 y 24 años, un marroquí de 37 años y un colombiano de 26 años. Según la Policía Nacional del Gard, estos viajeros fueron obligados a bajar del tren por estar «desprovistos de documentos que justificaran su identidad».
Tras ser puestos en retención administrativa para verificar su derecho a permanecer en el país, dos de ellos fueron liberados después de ser controlados, mientras que a los otros dos se les notificó una Obligación de Abandonar el Territorio Francés (OQTF).
Esta operación se desarrolla en un contexto de endurecimiento de los controles migratorios en Francia, mientras la cuestión de la expulsión de extranjeros en situación irregular sigue siendo un tema delicado en el ámbito político y diplomático.