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Para finales de 2025, Andaluza de Mieles tiene previsto establecer una fábrica en Marruecos y duplicar su facturación, alcanzando los 20 millones de euros en tres años. Con presencia en el mercado desde los años 70 bajo su marca principal Doray, este fabricante español de miel envasada ha expandido su alcance a Europa, Asia, África y América, vendiendo internacionalmente el 80% de su producción. De esta cifra, un 30% se destina a Marruecos y otro 30% a Estados Unidos.
Las primeras incursiones de la marca fuera de España se realizaron precisamente en Marruecos, a principios de los años 90. «Mi padre era un visionario y vio que era un mercado muy interesante debido al uso de la miel en la cocina, como en todos los países del Magreb», declaró a El Correo Antonio Ramírez, director de la empresa familiar.
La empresa también abrió una filial en Marruecos, lo que le permitió dominar el mercado. Se espera que la nueva fábrica esté operativa en el último trimestre de este año, con el objetivo de fortalecer su presencia en mercados como Arabia Saudita o Egipto. Según la misma fuente, Antonio Ramírez explica que, en el contexto actual del comercio internacional, esta expansión «ofrece más garantías para seguir siendo competitivos en el extranjero».
La filial marroquí cuenta actualmente con unos quince empleados, pero la puesta en marcha de la nueva unidad industrial «permitirá igualar o superar» los 30 empleados que tiene en España.
