chargement...
La Universidad Cadi Ayyad de Marrakech y la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida de Viena (BOKU) han unido fuerzas en el proyecto de investigación Argan Africa-UniNet, que busca preservar los argánales de Marruecos mediante soluciones sostenibles. Anunciada en el marco del Día Internacional de los Bosques, esta iniciativa se centra en proteger y regenerar estos ecosistemas, empleando tecnologías de vanguardia para evaluar la extensión y el estado de los bosques de argán en el país.
El objetivo es, a partir de los datos recopilados, «desarrollar estrategias eficaces para la gestión sostenible y la restauración de estos valiosos ecosistemas», que cubren unas 950,000 hectáreas en el suroeste de Marruecos. Según Oekonews, Christoph Pucher del Instituto de Silvicultura de la BOKU, resalta que los datos satelitales de alta resolución permitirán identificar las áreas más amenazadas, con el fin de crear «estrategias a medida para la explotación sostenible y la conservación».
Estos bosques «no solo son invaluables para el medio ambiente, sino que también constituyen una base económica para muchas personas de la región», señala el medio, destacando la importancia de esta investigación dada la función de los argánales en la prevención de la desertificación, el almacenamiento de carbono y la producción de aceite de argán para usos alimentarios y cosméticos.
Este ecosistema enfrenta amenazas como la sequía, la explotación forestal ilegal y el sobrepastoreo. Por ello, el proyecto también explorará la aplicación de tecnologías modernas para proteger estos sitios. En este contexto, académicos vieneses visitaron Marrakech en febrero pasado, revelando desafíos comunes entre Marruecos y Austria en la conservación de los bosques.
La iniciativa subraya la importancia de la cooperación internacional en investigación y su contribución a la lucha contra la destrucción ambiental, en el marco de este proyecto que se desarrollará de septiembre de 2024 a agosto de 2026.
Para ambas instituciones, se trata de un «enfoque integrador que combina la protección de los ecosistemas con el desarrollo socioeconómico», beneficiando a la población local.
