El gobierno de Marruecos anunció el jueves que está evaluando «todas las opciones» para responder a la decisión de la Comisión Europea de imponer derechos compensatorios sobre las llantas de aluminio importadas desde el país. Estos gravámenes, que Bruselas justifica como una reacción a «prácticas desleales» vinculadas a subsidios públicos marroquíes y chinos, han provocado la objeción de Rabat.
«El gobierno está considerando todas las medidas adecuadas para afrontar esta situación», declaró el portavoz gubernamental, Mustafa Baitas, durante una conferencia de prensa. Subrayó la importancia de la relación «global» entre Marruecos y la Unión Europea, advirtiendo que no debería estar sujeta a una «lógica selectiva».
El 14 de marzo, la Comisión Europea defendió estos derechos afirmando que su objetivo es proteger «a los productores de la UE y 16,600 empleos» frente a subsidios que considera «incompatibles con la OMC». La investigación antisubvenciones realizada por Bruselas concluyó que Rabat proporciona un apoyo «sistemático» a su sector automotriz mediante ayudas financieras, préstamos preferenciales y exenciones fiscales. Además, reveló que China ha financiado directamente a uno de los dos productores-exportadores marroquíes a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI).
Según la Comisión, las tarifas aplicadas oscilan entre el 5.6 % para las empresas que solo se benefician de los subsidios marroquíes y el 31.4 % para aquellas que también reciben apoyo chino. Estos derechos se suman a los impuestos antidumping impuestos en enero de 2023, que iban del 9 % al 17.5 %.