Tras sembrar inquietud con una advertencia alarmista sobre la posible filtración de miles de tarjetas bancarias marroquíes, Cypherleak intenta ahora restar importancia a su propio informe. La empresa, que inicialmente se presentó como denunciante de una situación crítica, ha cambiado de discurso y ahora se refiere a los datos como una «compilación histórica» de información expuesta en la dark web.
Este giro en su postura plantea varias preguntas: ¿por qué presentar estos resultados como un hallazgo alarmante si, en realidad, no hubo un ataque reciente dirigido específicamente a los bancos marroquíes? Cypherleak se defiende alegando un esfuerzo por la transparencia y la concienciación. Sin embargo, la confusión generada por esta comunicación errática solo alimenta el escepticismo sobre las verdaderas intenciones detrás de este «estudio».
Al final, la conclusión a la que llega la empresa es bastante común: el robo de datos bancarios es un fenómeno global, los ciberdelincuentes atacan a todas las instituciones financieras, y ningún sistema es completamente seguro. Una constatación que, curiosamente, contrasta con el tono dramático del primer informe difundido en LinkedIn.