El astrolabio fue una herramienta matemática y astronómica revolucionaria que permitió determinar la hora, definir los cuatro puntos cardinales y, para los musulmanes, ubicar la qibla. En resumen, transformó la historia de la investigación científica. Sin embargo, sin la contribución de una mujer nacida en Alepo, estos avances podrían haber sido considerablemente más limitados.
Mariam al-Jili al-Astrulabi percibió el potencial del astrolabio de una manera distinta, impulsando significativos avances científicos que, con el tiempo, facilitaron el desarrollo del sistema global de navegación por satélite. Estos logros tuvieron lugar durante la época de los abasíes (750-1258), cuyos califas mostraban un notable interés por las ciencias y el conocimiento.
Acogida por Sayf al-Dawla como erudita entre los años 332 y 365 de la hégira (944 a 976 d.C.), Mariam se destacó entre los investigadores de Alepo, al norte de Siria. Su profundo conocimiento en ciencias exactas, especialmente en matemáticas y astronomía, lo adquirió de su padre, Kushyar Jilani (al-Jili), uno de los astrónomos más destacados de su tiempo. Basándose en el prototipo de astrolabio que ella desarrolló, otros investigadores lograron años después inventar la brújula y, posteriormente, el GPS.
Una herramienta científica clave para la orientación
Antes de estos desarrollos, el astrolabio de Mariam se utilizaba para localizar cuerpos celestes. «Este instrumento astronómico, similar a los dispositivos de cartografía modernos, fue un aparato que impulsó a la humanidad a explorar más a fondo la Tierra, comprender el sistema solar y ubicar las estrellas. También permitió grandes avances en la aviación y los viajes», afirmó Majid Al-Hamdan en su obra «Historia de las ideas» (primeros círculos de pensamiento).
La misma fuente destacó que «el diseño del astrolabio fue una de las innovaciones árabes más importantes». Antes de Mariam al-Astrulabi, el matemático Abū Sahl al-Qūhī había intentado crear un instrumento científico, aunque su resultado fue modesto.
«En cuanto a Mariam (...) su existencia fue ignorada por los historiadores. Pero esta hija de Kushyar Jilani [Al-Jili], que vivió en Alepo, Siria, realizó innovaciones significativas en astronomía», recordó el libro, señalando que «fue en las fábricas y talleres heredados de sus padres donde desarrolló el astrolabio; incluso, varios afirman que ella fue su inventora».
Una herramienta que inspiró muchas otras innovaciones
El astrolabio se convirtió, durante siglos, en la herramienta fundamental para investigadores, eruditos, matemáticos y astrónomos. Se exportó más allá del mundo árabe y gozó de un gran éxito en todas partes, gracias a su eficacia para definir la hora con precisión y, entre otras cosas, los horarios de oración.
La invención de Mariam al-Astrulabi no fue superada hasta varios siglos después, cuando los investigadores desarrollaron el reloj con un sistema mecánico que siguió impulsando el avance científico.
Aun así, el astrolabio representó un punto de inflexión histórico en la humanidad, al intentar ofrecer respuestas científicas a las grandes preguntas sobre la relación del ser humano con el espacio-tiempo.