El ministro de Justicia francés, Gérald Darmanin, se reunirá este domingo en Rabat con su homólogo marroquí, Abdellatif Ouahbi, con el objetivo de fortalecer la cooperación entre ambos países en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado. Esta visita se inscribe en un contexto de acercamiento diplomático y de intensificación de los intercambios judiciales entre Francia y Marruecos.
En las últimas semanas, varios acontecimientos han evidenciado esta dinámica. A finales de febrero, dos presuntos cómplices del narcotraficante Mohamed Amra fueron arrestados en Marrakech a solicitud de la justicia francesa. Estos individuos, sospechosos de haber participado en la espectacular fuga de Amra en Normandía el pasado mayo, podrían ser extraditados a Francia.
En enero, se asestó otro duro golpe al crimen organizado con la extradición a Francia de Félix Bingui, conocido como «El Gato». Presentado por Darmanin como uno de los narcotraficantes franceses más influyentes, Bingui está acusado de liderar el clan Yoda, que controla el tráfico de drogas en Marsella.
Además de los temas relacionados con el crimen organizado, también podría tratarse la cuestión de los salvoconductos consulares. Estos documentos facilitan la expulsión de inmigrantes en situación irregular que carecen de pasaporte. En octubre pasado, el ministro del Interior, Bruno Retailleau, anunció desde Rabat que se había alcanzado un acuerdo para agilizar los procedimientos de expulsión de personas con orden de abandonar el territorio francés (OQTF).