La economía marroquí se prevé que crezca un 5% en 2025, superando el 3,3% proyectado para 2024. Este aumento se debe principalmente a la política monetaria del país, al impulso de los sectores no agrícolas y a las inversiones extranjeras directas (IED). Según un informe de Fitch Solutions, las IED en sectores clave como el automotriz, aeronáutico y de energías renovables serán fundamentales para sostener este crecimiento, en un contexto favorable que se beneficia de las inversiones en infraestructura, especialmente con vistas al Mundial de Fútbol 2030, que Marruecos organizará junto con España y Portugal.
Por otro lado, las remesas de los marroquíes residentes en el extranjero (MRE) han mostrado una evolución positiva. El estudio señala que las IED netas aumentaron un 55,4% en 2024 en comparación con el año anterior. Asimismo, se espera que el número de turistas que visiten el país alcance los 17,8 millones en 2025, en un contexto en el que Marruecos será sede de la Copa Africana de Naciones (CAN 2025) en diciembre.
Estas previsiones se elaboran en un contexto de sequía histórica, que ha afectado a Marruecos durante seis años consecutivos. Esta situación ha golpeado al sector agrícola, que emplea alrededor del 30% de la población activa del país. A este desafío se suman la alta tasa de desempleo y la inflación, factores que pueden lastrar el crecimiento económico, afectando especialmente los ingresos y el consumo.
Cabe destacar que esta proyección de crecimiento para 2025 ha sido ajustada a la baja desde un 5,6% inicial, debido a una producción agrícola que se ha mantenido por debajo del promedio histórico.