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Una mañana de 1999 cruzó la aduana acompañado por su hermano y fue interceptado por los agentes de la Guardia Civil, quienes cumplieron el protocolo de trasladarlo al centro de menores de "La Esperanza", donde actualmente residen 108 niños procedentes del país marroquí.
Mohamed Marhum tenía 8 años y acababa de empezar una nueva vida en busca de un futuro mejor. Un entrenador ceutí de atletismo, Alfonso Lozano, se fijó en las cualidades del joven y le animó para que se apuntara a las pruebas locales, donde destacaba por su facilidad de carrera.
El buen ojo de Alfonso Lozano no le falló ya que unos años después consiguió la victoria en el Campeonato de España de cross en edad escolar que se disputó en la localidad zamorana de Toro, lo que le valió una mención especial del Consejo Superior de Deportes ya que todavía no tenía la nacionalidad española.
La Federación Española de Atletismo no fue ajena a este corredor y optó por su traslado desde Ceuta al Centro de Alto Rendimiento de Madrid, donde lleva varios años trabajando para solucionar los trámites burocráticos.
El atleta, natural de Cahouen (Marruecos) donde nació el 8 de marzo de 1991, ha tenido que solventar varias dificultades para obtener la nacionalidad española, el último de ellos un error en un documento que precisaba que nació el 26 de noviembre de 1987 en Castillejos (Marruecos).
El joven corredor, que ahora tiene 20 años, acaba de obtener la nacionalidad española gracias a la labor efectuada por diferentes organismos, entre ellos la apuesta decidida de la Federación Española de Atletismo.
Mohamed Marhum, que se crió en el club "Los Delfines" de Ceuta pero que en las últimas carreras ha defendido los colores del AD Marathon de Madrid, aspira ahora a lograr la mínima para participar en el Mundial, por primera vez como español.
Su primer reto es el Meeting Internacional de Barcelona, el 22 de este mes, donde buscará la clasificación para confirmarse como una de las grandes promesas del fondo europeo. Es, sin duda, el bonito final de una historia que ha tenido final feliz.
