24.61. El ciego, el cojo, el enfermo, vosotros mismos, no tengáis escrúpulos en comer en vuestras casas o en casa de vuestros padres o de vuestras madres, en casa de vuestros hermanos o de vuestras hermanas, en casa de vuestros tíos paternos o de vuestras tías paternas, en casa de vuestros tíos maternos o de vuestras tías maternas, en casa cuyas llaves poseéis o en casa de un amigo. No tengáis escrúpulos en comer juntos o por separado. Y, cuando entréis en una casa, saludaos unos a otros empleando una fórmula venida de Alá, bendita buena, Así os aclara Alá las aleyas. Quizás, así, comprendáis.
24.62. Los creyentes son, en verdad, quienes creen en Alá y en su Enviado. Cuando están con éste por un asunto de interés común, no se retiran sin pedirle permiso. Quienes te piden ese permiso son los que de verdad creen en Alá y en Su Enviado. Si te piden permiso por algún asunto suyo, concédeselo a quien de ellos quieras y pide a Alá que les perdone. Alá es indulgente, misericordioso.
24.63. No equiparéis entre vosotros el llamamiento del Enviado a un llamamiento que podáis dirigiros unos a otros. Alá sabe quiénes de vosotros se escabullen a escondidas. ¡Que tengan cuidado los que se hurtan a Su orden, no sea que les aflija una prueba o que les aflija un castigo doloroso!
24.64. ¿No es de Alá lo que está en los cielos y en la tierra? Él conoce vuestra situación. Y el día que sean devueltos a Él, ya les informará de lo que hicieron. Alá es omnisciente.